
Mientras el gobierno del presidente Donald Trump recorta miles de millones de dólares en fondos para investigación científica, miles de científicos en Estados Unidos están perdiendo empleos o subvenciones. En respuesta, universidades y gobiernos extranjeros han atrevido programas para atraer talento estadounidense, ofreciéndoles estabilidad, capital y emancipación académica.
Programas como “Canadá dirige”atrevido en abril, buscan enganchar investigadores biomédicos jóvenes al meta de la frontera. En Francia, la Universidad de Aix-Marsella lanzó “Un espacio seguro para la ciencia”, para acoger a científicos que se sientan obstaculizados en EE. UU. Australia, por su parte, anunció el “Software de Encanto de Talento Mundial”con incentivos económicos y logísticos.
“Vemos una oportunidad sin precedentes para atraer a algunas de las mentes más brillantes”, dijo Anna-Maria Arabia, directora de la Entidad Australiana de Ciencias.
La emancipación académica, en movilidad
La preocupación no es solo económica. Muchos investigadores temen por la emancipación de investigaciónfrente a un gobierno que denuncia “despilfarros” y “realinea prioridades”. El recortadura propuesto para los Institutos Nacionales de Vitalidad (NIH) es del 40%, y de 55% para la Fundación Franquista de Ciencias.
“Lo que quieren los científicos no es solo hacienda. Quieren preservar su emancipación académica”, afirmó Eric Berton, presidente de la Universidad de Aix-Marsella.
Aumenta el interés por salir de EE. UU.
Programas como el de la Sociedad Max Planck en Alemania o el Instituto de Genética de Francia han registrado un esforzado aumento de solicitudes provenientes de científicos radicados en EE. UU. Incluso empresas reclutadoras informan un subida del 25% al 35% en contactos espontáneos desde ese país.
Sin secuestro, pirarse no es una atrevimiento liviana. Obstáculos como el idioma, la grupo, el cuidado de hijos o las diferencias en pensiones hacen que muchos lo piensen dos veces.
“Nunca quise dejar Estados Unidos, pero ahora lo considero una opción seria”, dijo Brandon Coventry, investigador de la Universidad de Wisconsin.
¿Fuga de cerebros o reacomodo universal?
Aunque aún es pronto para cuchichear de una “fuga de cerebros”expertos coinciden en que los artículos de los cortaduras podrían sentirse conjuntamente. Colaboraciones científicas, bases de datos y proyectos compartidos están en aventura.
“La ciencia es un esfuerzo universal. Si EE. UU. retrocede, todos perdemos”, advirtió Patrick Cramer, director de la Sociedad Max Planck.
En definitiva, los cortaduras no solo amenazan el liderazgo verificado estadounidense, sino que están reconfigurando el carta universal de la investigación.
Con información de AP.
Por: Yari Araujo