
Hay historias que se leen… y otras que se sienten. La Retraso no es una novelística convencional de aprecio. Es una cicatriz escrita con tinta. Un reflexivo silencioso de esas promesas que hicimos alguna vez y que el tiempo, sin pedir permiso, nos obligó a reformular.
Ambientada entre el pueblo de Pimentel, en República Dominicana, y la fría ciudad de Zúrich, en Alemania. Esta obra presenta una novelística cargada de emociones, silencios prolongados y decisiones difíciles. Sus personajes no son héroes de ficción. Son seres humanos profundamente reales, con miedos, renuncias, deseos y contradicciones.
En el centro de la historia está Elena, una mujer que se apasiona con esperar. Y está Carlos, el hombre que prometió retornar, pero cuya vida dio un desvío inesperado acullá de su tierra, acullá de ella… y tal vez, acullá de sí mismo. A través de cartas, ausencias y reencuentros que parecen milagros, La Retraso plantea algunas de las preguntas desgarradoras:
¿Qué pasa cuando el aprecio vuelve, pero ya no es el mismo?
¿Hasta qué punto estamos dispuestos al sacrificio por otro?
Esta novelística está escrita para quienes han amado en silencio, para quienes han esperado respuestas que nunca llegaron, y para quienes, en algún momento, han tenido que reinventarse en medio del desaliño.
Más que una historia de aprecio, La Retraso es una exploración íntima del alma: del perdón, del enredo, del tiempo que pasa… y del tiempo que se queda. Es una invitación a dejar de esperar por otros y originarse a elegirse a uno mismo.
Con una prosa delicada y honesta, esta obra se abre paso como un espejo afectado donde cada leyente encontrará poco propio: un nombre, una duda, un adiós no dicho.
Arreglado en interpretación impresa y digital a partir del 9 de mayo 2025.
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Lee el primer capítulo en: www.laespera.blog