
Señales, consecuencias y soluciones de la nueva suma silenciosa que afecta la salubridad mental
Santo Domingo.- Resultaría muy difícil imaginar la vida sin dispositivos móviles, principalmente por la obligación de comunicarse y de conocer todo lo que ocurre más o menos y más allá de las fronteras.
Sin secuestro, el uso del teléfono celular pudiera resultar muy peligroso, si se desarrollan determinados grados de dependencia de acuerdo con especialistas consultados.
La suma al móvil se conoce como Nomochabiiala cual se refiere a un patrón de comportamiento compulsivo y problemático en relación con el uso excesivo y descontrolado del teléfono.
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Depresión, ansiedad, estrés crónico y desestimación autoestima son algunas de las consecuencias de este trasto de uso obligatorio.
Para el psicólogo clínico Filader Mejía, hay muchas personas que dependen totalmente de las pantallas o de las redes sociales, señalando que tienen el poder tanto de ayudarnos como destruirnos.
“Este trasto es un armamento de doble filo. Si los usuarios aplican inteligencia emocional en las redes sociales pueden sacarle buen beneficio. Pero el problema está en la dependencia que termina destruyendo como los cigarros, el licor y los juegos de azar”, enumeró Mejía.

Perfil emocional
El uso gigantesco y inmoderado de estos aparatos electrónicos, pueden producir graves daños a la salubridad mental de acuerdo con la psicoterapeuta Rudelania Valdez, quien afirmó que desde el punto de horizonte psicológico, la adiciones a las redes sociales pueden conceptualizarse como un trastorno o una perturbación del control de los impulsos, o una conducta similar a otras adicciones como drogas, pornografía y video juegos, tomando en cuenta que principalmente lo jóvenes pasan más tiempo utilizando diversas plataformas de comunicación.
Agregó que para evitar el aburrimiento, la soledad o dejar de pensar en situaciones cotidianas complejas y dolorosas, los usuarios tienden a brindar gran cantidad de tiempo a sus celulares, advirtiendo que a corto, mediano y abundante plazo se va produciendo el damnificación de la memoria, aislamiento social, impulsividad, ansiedad, irritabilidad, alteraciones del patrón del sueño, problemas de identidad, desestimación autoestima y dependencia emocional.
“Para mejorar este tipo de suma hay que hacer una higiene digital, porque la suplemento a las redes sociales es una señal de ansiedad emocional no satisfecha, carencia afectiva y búsqueda de identidad. Es importante hacer control, fijar límites y ser selectivos”, recomendó Valdez para evitar la dependencia de estos aparatos.

La Pontificia Universidad Católica Superiora y Maestra (PUCMM) presentó los resultados de dos estudios que se realizaron en la provincia Santiago sobre la suma a teléfonos inteligentes en estudiantes de secundaria y estudiantes universitarios de la carrera de medicina, que arrojaron la prevalencia de suma al teléfono inteligente en más de un 30%.
Los resultados de los dos trabajos fueron presentados en 2024, los cuales indicaron que los adolescentes entre 13-17 primaveras que asistieron a centros educativos públicos presentaron una suma del 31.4%, mientras que en los estudiantes de medicina con una años promedio de 20 a 24 primaveras, el porcentaje de participantes que resultó apasionado al celular fue de un 48.8%. Los estudios se realizaron en el 2019 y 2020, respectivamente.
El estudio “Prevalencia de suma al teléfono inteligente en adolescentes de 13-17 primaveras que asisten a centros educativos del sector sabido” tuvo una muestra de 488 adolescentes, de ocho centros educativos de Santiago y reportó como resultado la suma al teléfono inteligente en un 31.4% de los encuestados.
El estudio reveló además que el 43.8% de los participantes utilizaba el teléfono inteligente por más de cuatro horas al día. “Entre los motivos de uso más frecuente se encontraron: por placer, sobrevenir el tiempo, y usarlo en cualquier ocupación y momento, siendo este postrero el más frecuente, con un 41.9%”, indica la investigación que se levantó entre enero y abril del 2019.
De los encuestados que resultaron ser adictos al teléfono inteligente, un 72.4% además presentaba síntomas de depresión, el 56.5% tenía síntomas de ansiedad, y el 46.1% tuvo síntomas de insomnio. La investigación fue publicada en la revista científica Crónica de Medicina PUCMM, en el 2020, bajo la autoría de los doctores Keiry Pereyra, Gustavo García, Camila Saint-Hilaire, Katherine Calderón y Nelson Martínez.

Desconectar para reconectar
Diversas publicaciones apuntan a que con el paso del tiempo, el contacto personal y la conversación cara a cara se ha ido desvaneciendo por el fortalecimiento de la tecnología y la dependencia de plataformas como Facebook, X (anteriormente Twitter), Snapchat, YouTube, TikTok e Instagram, que en muchos casos sustituyen la interacción con el mundo existente.
El Hospital Internacional de Colombia recomienda adoptar estrategias que ayuden a mitigar los posesiones negativos del exceso de pantallas y redes sociales en la salubridad mental. Algunas recomendaciones incluyen:
· Establece límites de tiempo: Utiliza aplicaciones que rastrean y limitan el tiempo de uso de las pantallas. Esto te puede ayudar a achicar la exposición excesiva.
· Practica la desconexión digital: Tómate un alivio regular de las redes sociales y las pantallas para dedicarte a actividades sin tecnología, como analizar un obra o caminar al canción redimido.
· Fomenta las relaciones personales: Prioriza las interacciones cara a cara sobre las virtuales para permanecer relaciones más significativas y saludables.
· Crea una rutina de sueño saludable: Evita el uso de pantallas al menos una hora antaño de acostarse para permitir que la producción de melatonina se desarrolle de modo natural.