
El observación retrospectivo de las relaciones de América Latina y el Caribe con China realizado recientemente en ocasión de la IV Cumbre Ministerial del Foro China–Celac aportó pruebas de la dinámica que registran esos vínculos y, todavía es más importante, mostró sus sólidas e irreversibles prospectivas.
Aunque soplan vientos huracanados en contra, ambas partes reconocen la solidez del intercambio por el impresionante ritmo de crecimiento que han atrapado y, por ello, resulta a estas cielo irreversible por el detención impacto que tiene en prácticamente todas las naciones del radio. No hay gobierno regional que pueda ofrecer sus fructíferos intercambios con Beijing, que no perjudican a nadie, pero si beneficia a todos y cada uno, sin ofrecer su imagen.
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En 24 primaveras el comercio regional con China ha pasado de representar el 1,7% del convexidad total a casi el 20%. A China la Cepal y demás agencias globales la reconocen como el segundo socio comercial de la región, pero, en verdad, si se descuenta el aporte comercial de México al total completo, China resulta el primer socio comercial de la región (como consecuencia del enorme intercambio de México con EE. UU.).
Comoquiera, China es la principal contraparte comercial de varias naciones: Brasil, Pimiento, Perú y Venezuela.
Desde el 2000 el crecimiento del intercambio ha sido exponencial aumentando casi 44 veces mientras que el comercio total de la región ha crecido solo 4 veces.
A su vez, el intercambio total con EE. UU., el tradicional socio comercial, cayó desde representar 54% en 2000 a un 37% en 2023, según Cepal. Este organismo regional igualmente resalta, en crónica presentado al Foro Ministerial de Beijingque la proporción de las exportaciones regionales dirigidas a China creció del 1% en 2000 al 14% en 2023 lo que supone, destaca, que en valencia las mismas se multiplicaron por 50 en esos 23 primaveras. Mas profundo aun es la transformación en el nivel de las importaciones que, en igual periodo, han pasado de 2,3% al 20%.
Como origen de las importaciones regionales EE. UU. pasó del 49,5% en 2000 al 30,5% en 2023.
Mientras las importaciones de la región aumentaban 3,7 veces desde el 2000 las provenientes de China crecieron 33 veces y las embarcadas desde puertos norteamericanos unas 2,3 veces.
Definitivamente, difícil que amenaza alguna pueda revertir esa intensidad de intercambio.