EL SEIBO. Cada año, millones de católicos en el mundo celebran la Semana Santa, una de las fechas más importantes de su fe. Es un tiempo dedicado a memorar la pasión, asesinato y resurrección de Dios. Para muchos creyentes, no es solo una tradición, sino un momento particular para reflexionar, implorar y acercarse más a Altísimo.

LA SEMANA MÁS IMPORTANTE

El padre Mario Martínez, de la Diócesis de Nuestra Señora de La Altagracia, explicó que “la Semana Santa es la conmemoración de la pasión, asesinato y resurrección del Señor Jesús. Significa la semana más importante del año solemne”. Es una oportunidad para radicar de guisa más profunda el mensaje de coito y sacrificio que dejó Jesús.

La Semana Santa suele celebrarse entre finales de marzo y principios de abril. Comienza con el Domingo de Ramos, que incluso es el zaguero domingo de la Cuaresma. En este día se recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, cuando fue recibido con palmas por el pueblo. Con esta celebración inicia oficialmente la Semana Santa.

EL TRIDUO PASCUAL

El padre Martínez incluso explicó que “con el Jueves Santo termina la Cuaresma y empieza el santo Triduo Pascual: jueves, viernes y sábado. El Domingo de Resurrección comienza el tiempo pascual, que son cincuenta largos días para celebrar la Pascua del Señor”.

Durante el Jueves Santo, la Iglesia recuerda momentos muy importantes para la fe cristiana. Ese día, según explicó el sacerdote, “Jesús instituyó dos grandes sacramentos que son la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación o del perdón”. Asimismo se recuerda que Jesús lavó los pies a sus discípulos como símbolo de servicio. “Esta celebración nos recuerda que Cristo no caldo a ser servido, sino a servir”, agregó el padre Martínez.

EL PAPEL DE LOS JÓVENES EN LA SEMANA SANTA

Pero no solo los sacerdotes viven con intensidad estos días. Los jóvenes incluso están llamados a participar activamente en la Semana Santa. Desde la Pastoral Alegre, los jóvenes católicos reflexionan sobre el gran coito de Jesús y su sacrificio. Para ellos, “la Semana Santa significa conmemorar la pasión, asesinato y resurrección de Jesús, quien amándonos hasta el extremo se entregó por nosotros en la cruz. Hacemos tanto pedantería porque hacemos conmemoración de los últimos días de la vida de Cristo, su fallecimiento en la cruz y su posterior resurrección. En la Semana Santa radica todo el sentido de nuestra fe, en donde Dios, muriendo en la cruz, nos libra de la asesinato”.

RETOS PARA ACERCAR A LOS JÓVENES A LA FE

Sin incautación, incluso reconocen que hay muchos retos para conseguir que más jóvenes comprendan y vivan de verdad el significado de esta celebración. Entre los principales desafíos, mencionan la dificultad para enterarse su interés. “La mayoría de los jóvenes no profundizan en su comprensión de la Semana Decano porque no ven en esta poco que les llame la atención”.

Otro contienda importante es la cantidad de información y distracciones a las que están expuestos los jóvenes. En un mundo realizado de redes sociales, tecnología y entretenimiento, a veces la fe no parece tan atractiva. Y, adicionalmente, muchas veces las actividades religiosas se repiten cada año sin cambios, lo que puede hacer que pierdan interés.

PASCUA JUVENIL: UNA EXPERIENCIA VIVA Y TRANSFORMADORA

Para indisponer estos retos, la Pastoral Alegre organiza cada año una actividad particular llamamiento Pascua Alegre. Se comercio de un encontronazo de tres días —jueves, viernes y Sábado Santo— donde los jóvenes se reúnen para radicar el Triduo Pascual de una guisa más cercana y dinámica. A través de temas, dramatizaciones y dinámicas, reflexionan sobre el sacrificio de Jesús y lo que eso significa en sus propias vidas. “El Jueves Santo se recrea el colirio de los pies, animando a los jóvenes a hacer este visaje con otro hermano. Asimismo se celebra la Santa Cena, donde se explica el enigma del cuerpo y la crimen de Jesús en un pedazo de pan”, explican.

El Viernes Santo, se vive el viacrucis de forma particular. “Reflexionamos sobre la pasión y asesinato de Jesús. Este día hacemos juntos el viacrucis viviente en las calles, haciendo el represión de Jesús hasta la cruz”. El Sábado Santo, los jóvenes se sientan en el adoquinado, en señal de recogimiento y sacrificio, para reflexionar sobre la asesinato de Jesús y lo que significa su entrega. Para la Pastoral Alegre, “la Pascua Alegre es más que una reunión de jóvenes.

Es entender en nuestras vidas cómo Jesús se hace presente cada día a través de su sacrificio. Es una audacia de los jóvenes de estar en los asuntos de Jesús en una semana en la que su significado ha sido distorsionado por el mundo, y celebrar el Domingo de Pascua con la alegría de un Jesús resucitado”.

EL LLAMADO A LA ORACIÓN Y LA REFLEXIÓN

El padre Miguel Aquel Grullón, director de Radiodifusión Seibo, considera que “es un tiempo de belleza para meditar sobre el sentido de nuestra vida a la luz de la vida de Jesús de Nazaret. Es la semana más intensa del Año Solemne, en la cual se medita y ora sobre el Ocultación de la Pasión, Crimen y Resurrección de Dios”. Lamentó que, para muchos católicos, esta semana se haya convertido solo en una ocasión de refrigerio o holganza. “Se olvidan de lo esencial, esta semana la debemos obligarse a la oración y a la consejo en los misterios de la Pasión y Crimen de Jesús para explotar todas las gracias que esto nos trae”.

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