Un nuevo estudio sugiere que medicamentos ampliamente utilizados, como la aspirina, el ibuprofeno, las estatinas y los betabloqueadores, podrían retrasar el crecimiento de la enfermedad de Parkinson.

Los investigadores observaron que los síntomas del Parkinson aparecieron hasta una plazo más tarde en pacientes que tomaban regularmente estos fármacos para tratar dolencias comunes como el dolor, la hipertensión o el colesterol suspensión.

Un hallazgo ilusionador

“El objeto podría deberse a la capacidad de estos medicamentos para controlar la inflamación”, señaló la doctora Michele Tagliati, vicepresidenta de neurología en el Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles.

El estudio fue publicado en el Revista de Neurología y analizó los historiales médicos de más de 1,200 pacientes con Parkinson atendidos entre 2010 y 2021.

¿Qué es el Parkinson?

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico progresivo que afecta el movimiento. Sus síntomas incluyen temblores, rigidez muscular y problemas de firmeza o coordinación. La enfermedad se desarrolla cuando las neuronas productoras de dopamina en el cerebro mueren o se deterioran.

¿Cuánto se puede retrasar el Parkinson?

Según el estudio, el retraso promedio en la aparición de los síntomas fue de:

• 8.2 abriles en personas que tomaban AINEs como ibuprofeno o aspirina.

• 9.3 abriles en quienes usaban estatinas para controlar el colesterol.

• 9.6 abriles en pacientes con betabloqueadores para la presión arterial.

Otros medicamentos, como los diuréticos, bloqueadores de los canales de calcio y tratamientos para la diabetes, incluso mostraron un objeto similar, aunque menos pronunciado.

Por el contrario, ciertos factores parecen lograr la aparición del Parkinson. Entre ellos, el tabaquismo y los referencias familiares. Los fumadores, por ejemplo, presentaron síntomas casi cinco abriles antaño que los no fumadores.

La importancia de seguir investigando

La doctora Tagliati destacó que, aunque estos hallazgos son prometedores, se requieren estudios adicionales a dispendioso plazo para confirmar los pertenencias protectores de estos medicamentos.

“Por otra parte de controlar la inflamación, podrían estar ayudando a las células cerebrales a manejar el estrés, lo que retrasa el avance de la enfermedad”, concluyó.

Con información de Infobae.

Por: Yari Araujo