
A nueve días del fatídico derrumbe del Set de chorro aún seguimos en un modorra emocional que los psiquiatras han descrito muy proporcionadamente, porque todos, aunque no hayamos sido tocados en primera persona, hemos sido afectados por la tragedia.
La saturación de imágenes y noticiario nos ha llevado a un profundo rechazo en dirección a el tema. Además en dirección a la homicidio, sobre todo, aquella intempestiva y absurda que –como las 231 del Jet Set– nunca debería ser. La sociedad de ningún modo perdonará que la negligencia nos haya nacido tan cara: esperamos que el castigo para los responsables sea proporcional a lo sucedido.
Puede interpretar: Llevemos luz a los corazones rotos por el Jet Set
Estos han sido días grises. El clima, incluso, se ha vestido para la ocasión. Por ello, hoy nos toca hacer un llamado a la prudencia: ¡Que el lunes no tengamos más muertos que contar, por ayuda!
Estos días de asueto debemos poner de nuestra parte y portarnos proporcionadamente. Pensemos incluso en los rescatistas y los organismos de seguridad que tuvieron que trabajar a destajo y están física y emocionalmente agotados, como proporcionadamente escribió el buen amigo José Gómez Frías el martes pasado.
Puede que necesites salir de la ciudad para impulsar el ocurrencia. Hacerlo es saludable para preservar la sanidad mental, pero recuerda no ponerte en aventura. Llega a fuera de, que todos te necesitamos.