La casa de moda italiana Prada anunció la adquisición del 100% de Versace por 1.250 millones de euros (1.375 millones de dólares).

Los rumores que llevaban agitando los mercados bursátiles y la imaginación de los aficionados a las marcas de opulencia desde el pasado mes de enero se hicieron oficiales en abril, cuando el familia anunció que había adquirido, con la ayuda de PwC, el 100% de la histórica marca fundada por Gianni Versace en 1978, propiedad de la multinacional británica Capri Holdings desde 2018.

Una maniobra que inicialmente se cotizó en torno a los 1.500 millones de euros y que, con la incertidumbre de los mercados financieros provocada por la inclusión de los aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trumpparece activo terminado en una sigla relativamente más desprecio, con un acuerdo apurado en 1.250 millones de euros.

Prada creará un familia de opulencia con unos ingresos de más de 6.000 millones de euros (más de 6.600 millones de dólares) que podrá competir mejor con gigantes de la industria como los conglomerados franceses LVMH Y Secopropietario de Guccien medio de una desaceleración del sector a nivel mundial.

“Nos complace dar la bienvenida a Versace al Conjunto Prada y desplegar un nuevo capítulo para una marca con la que compartimos un compromiso inquebrantable con la creatividad, el cuidado del producto y una sólida herencia cultural”, explicó el presidente y director ejecutor del Conjunto Prada , Patrizio Bertelli.

Bertelli destacó que Prada “está preparada y correctamente posicionada para escribir una nueva página en la historia de Versace, aprovechando los títulos del familia y continuando con confianza y rigurosa determinación”.

“Internamente del familia Prada, Versace mantendrá su ADN creativo y su autenticidad cultural, beneficiándose al mismo tiempo de la fortaleza de la plataforma del familia, incluidos los conocimientos industriales y la experiencia desarrollada en procesos minoristas y operativos”, resalta la marca en la nota.

El interés de Prada en obtener Versace llevó el pasado febrero a la marca a evaluar el estado de sus cuentas para valorar una operación finalmente anunciada hoy.

Sobre el acuerdo de operación, Prada especificó que la adquisición por valencia de 1.250 millones de euros (unos 1.375 millones de dólares) se prevé “sobre una cojín osado de efectivo y deudas”.

A su vez, “la contraprestación final en efectivo se determinará al obstrucción de la operación, teniendo en cuenta los ajustes basados en el hacienda de trabajo y la posición financiera neta”.

Asimismo, “el valencia indicado incluye un valencia significativo de pérdidas fiscales que pueden trasladarse al adiestramiento subsiguiente”, y “Capri Holdings financiará ciertos costos relacionados con la transacción”.

En 2018, Capri pagó 1.830 millones de euros (entonces 2.100 millones de dólares) para obtener Versace, que anteriormente era propiedad en un 80 por ciento de la comunidad Versace y en un 20 por ciento del fondo de inversión estadounidense BlackRock.

En medio de la caída de las ventas de la marca milanesa, la empresa puso a la liquidación Versace y a finales de febrero inició negociaciones exclusivas con Prada.

Capri, que asimismo es propietaria de Jimmy Choo y Michael Kors, tuvo que aceptar un precio corto de Prada en medio de la agitación del mercado causada por los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump.

Versace registró pérdidas económicas en los últimos tiempos, en medio de una crisis de la moda de opulencia que Padra ha acabado ir capeando.

La transacción fue aprobada tanto por los consejos de Delegación de Prada SpA como Capri Holdings, y se demora que el obstrucción de todo el proceso sea en la segunda fracción de 2025. Está sujeta “a las condiciones de obstrucción habituales, incluida la recibimiento de las aprobaciones regulatorias requeridas”, concluye Prada.