

El autor es periodista. Reside en Santo Domingo
El que el presidente Luis Abinader favorezca que prime el consenso de todos los sectores involucrados en el plan de Ley de Permiso de Expresión que finalmente apruebe el Congreso, despeja muchos temores sobre eventuales pretensiones oficiales de restringir derechos y espacios de exención ya ganados por los dominicanos.
Pese a la controvertida ley de la DNI, que el Tribunal Constitucional oportunamente anuló, el gobernador fija distancia esta vez -¡y que bueno! – y dice que en la última cuarto en discusión el Poder Ejecutante “no puso ni una coma”, sino que fue elaborada por una comisión integrada por representantes de sectores importantes de la comunicación.
Aunque en principio a muchos asustó o preocupó lo de ”regulación ”, lleva tranquilidad aclaraciones del constitucionalista y universitario Namphi Rodríguez y otros comisionados para trabajar la cuarto ,en el sentido de que la reglamento protege a los medios (asumo que a los tradicionales) contra posibles riesgos de censura y cuida a los periodistas (presumo que a los que ejercen por profesión y gusto y que, como tales, cumplen con los elementales códigos éticos de la comunicación y con el imperativo servicio de informar, orientar y educar a la sociedad, no de difamar y dañar personas y honras) delante presiones externas que atenten contra su punto informativa.
Creemos que aquí -y en esto- lo que procede es tener cuidado con inventos y con cambios donde -y con quienes- no aplican.
En pocas palabras, diferenciar las cosas y no meter en un mismo saco a medios y comunicadores que, por actos y tradición, saben y cumplen con los parámetros del oficio, contrario a la “plaga” de cosecha nuevo que, sin control de jerga ni respeto a nulo ni a nadie, ha invadido de guisa dañina y pervertida la comunicación, desde plataformas sin regulación alguna instaladas en las redes sociales.
cerca de allí, dónde igualmente hay parentela seria, que está haciendo cosas interesantes, y hay que sacarle del montón, debe ir-con urgencia- la supervisión, la regulación y el control, con consecuencias para los que difaman, calumnian y dañan de guisa alegre el honor y la dignidad de las personas.
Y a Faride y al síndico Riverón, por hacer lo que mandan la ley y el deber, hay que apoyarlos y felicitarlos. ¡Por fin…!
encar-medios@hotmail.com
Jpm-am
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