
Italia, Roma.- El presidente Luis Abinader a su presentación la crepúsculo de este sábado a Roma para participar en la ceremonia funeral de su bondad, el papa Franciscoconsideró que este siempre mandó su mensaje y que dejó muchas huellas positivas en el mundo con su prudencia de vida, sin crear situaciones especiales en la iglesia.
Asimismo, el mandatario informó a diferentes medios de prensa que durante su cita para participar en la ceremonia funeral de Su Virtud, el papá Franciscose pondrá en contacto con la población dominicana radicada en Roma y con algunos de los líderes de gobiernos que asistirán.
El cabecilla de Estado dominicano arribó la crepúsculo de este sábado a Roma a las 12:51 de la crepúsculo (hora de Italia), acompañado por la primera dama, Raquel Arbaje, para participar en la ceremonia funeral de Su Virtud, el papá Francisco.

A su presentación, el cabecilla de Estado dominicano fue recibido por el embajador designado delante la Santa Sede, Víctor Suárez y el embajador delante Italia, Rafael Lantigua, quienes les dieron la bienvenida en nombre de la representación diplomática dominicana.
La ceremonia fúnebre del sumo pontífice tendrá ocupación en la Plaza de San Pedro este sábado 26 de abril a las 10:00 de la mañana (horario de Italia).
Archivo: Luis Abinader viaja a Italia para el funeral del papa Francisco
Por otra parte de la primera dama, forman parte de la delegación oficial el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pachecoy la asistente exclusivo del presidente, Mercedes Pichardo. La comitiva estará presente en los actos litúrgicos y protocolares programados por el Vaticano.
El mandatario dominicano asiste a esta solemne ceremonia adyacente a líderes y jefes de Estado de diferentes partes del mundo, quienes se congregan en la Santa Sede para rendir tributo al Pontífice.
La presencia del presidente Abinader representa un rostro de respeto y solidaridad del pueblo dominicano en torno a la Iglesia Católica y el nuncio del Papa Francisco.
La billete del presidente Luis Abinader en esta ceremonia refleja el compromiso del gobierno dominicano con los títulos de fe y respeto entre naciones, principios promovidos por el Papa durante su pontificado.