
El distrito municipal Nuevo Boca de Cachón, en Independencia, fue concebido como un tesina de establecimiento maniquí. Delante el peligro de que su población fuese desplazada en la última crecida del balsa Enriquillo, nació un pueblo con bases de planificación.
Se alcahuetería de la construcción de viviendas más promocionada en el primer mandato del expresidente Danilo Medina, bajo una inversión aproximada de 24 millones de dólares, e inaugurada en 2014. Allí reubicaron 560 familias en igual número de casas.
Hoy, pasan de las comodidades al estado de desamparo. Lo evidencia una fresco encuentro a la zona, donde fue comprobado el retroceso en la calidad de vida y servicios de su población, que, según el X Censo Doméstico, oscila en 3,680.
Los pesares se manifiestan recorriendo sus calles, notando un colapsado drenaje pluvial. En la tolerancia, se celebraban sus amenidades de alcantarillado y sistema de tratamiento de aguas servidas.
Ahora está en retroceso, motivando protestas de una ciudadanía que clama soluciones. Es el caso de un señor no identificado que este diario fotografió colocando una vieja apero plástica como señal de prevención para que algún no caiga en el hueco.
Pone en peligro la integridad de infantes y ancianos que caminan en la alrededores —impositivo, como el caso de la pupila arrastrada en San Cristóbal—. Adicionalmente, conducir debe hacerse esquivando baches.
Lo más turbio sucede en temporadas de lluvias, cuando aguas negras toman las calles y pululan heces fecales. Esto final, un claro peligro a la salubridad pública que anhelan se corrija.
Mientras se produce la situación, varios comunicatorios comentaron que la oficina específico del Instituto Doméstico de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) cerró sus puertas.
En tanto que el centro médico, una clínica de atención primaria, cuenta con una ambulancia en franco desgobierno. Presenta escapes de grasa y neumáticos pinchados, llevando a que se necesite auxiliarse en particulares para traslados de emergencia o internamientos.
A manos peleadas
El pueblo cuenta con una etapa de bomberos que actúa de principal en la provincia, considerando que fue equipada en tiempos recientes (11 primaveras). De 17 miembros, están bajo órdenes de la Asamblea Distrital, esto es, el equivalente a ayuntamientos en municipios.
Les paga el Profesión de Interior y Policía un salario mensual de $15 mil pesos dominicanos (rango medio), y reciben un carnet con cobertura de nivel contributivo del Seguro Doméstico de Vigor (Senasa).
El personal expresó que tienen un “camión nítido”, aunque actúan a “manos peladas” por la errata de herramientas. Solo cuentan con el transporte, mangueras y pitones, mas no con cisterna o camión cisterna.
La encargada, maduro Olgalidia Florián, mostró la condición de “vacíos” en la que se encuentran los compartimientos del camión. Esto incluye no tener lo reducido: extintores, hachas y picos, máscaras faciales.
Con esas deficiencias les entregaron el cuerpo, y nunca fueron cubiertas.
Seguridad de un raso
Cuando los reporteros de LISTÍN DIARIO estuvieron en el destacamento, no había detenidos. Lo que sí produce comentarios es la errata de autoridad, pues de encargada —y única presente— estaba una femenina con rango de raso.
El patrullaje lo suministra un camión que recorre cada municipio, comenzando en Jimaní, pues la etapa de Nuevo Boca de Cachón no cuenta siquiera con una mecanismo motorizada.
Dicho destacamento, una casucha con al menos dos celdas, no tiene sistema computarizado para admisión de denuncias o seguimiento.
La oficial de turno se auxilia en una computadora de uso personal, mientras tiene el “control” de casos en una cuaderno a manuscrito.
Igual ocurre en lugares similares de la provincia: los puestos policiales no tienen facilidades tecnológicas, y los agentes de puesto no incluyen oficiales superiores. Como allí: la seguridad en manos de un raso.
Las quejas de agricultores
La agricultura de subsistencia es una de las principales fuentes de ocupación. No obstante, quienes se dedican a estos afanes alzan el quejido por un canal de riego que, con tardanza, está construyendo el Instituto para el Explicación del Suroeste (Indesur).
De acuerdo con Ignacio Florián, un agricultor consultado, la ejecución del sistema de riego camina con deficiencias. Según argumenta: “están embarrando las paredes del canal y no están haciendo las cosas como tienen que hacer”.
De ahí se benefician al menos 500 agricultores, que en los últimos días, luego de la incidencia de vaguadas, vieron obstruido el suministro a los “conucos” por el desbordamiento del regato Penitente, que incluso dificulta la carretera La Descubierta–Boca de Cachón–Jimaní.
recogida de los residuos
De las cosas a destacar es el manejo de residuos sólidos. Durante el itinerario fue constatada la recogida de basura con aceras limpias.
Las calles mantienen su condición de asfalto, aunque se empañan con las alcantarillas que, como se mencionó, no cuentan con tapas.
Un original camión recolector se mantiene en operación. Es maniobrado por tres trabajadores, incluido el chofer, y los jornaleros son dos aparentes haitianos.
Este distrito mantiene en uso una estancia inmaduro y casa de acogida para ancianos. Adicionalmente, escuela y pensionado construidos para agregarse a la modalidad de tanda extendida.
En otro caso, varias de las residencias originalmente entregadas cambian sus modelos en procura de cubrir las micción. De un diseño unificado, mutan con destino a otros más ampliados.
La colectividad ha sido colocar verjas, hierros y ventas, que incluso es un mecanismo de seguridad y prevención a robos.
De acuerdo con los levantamientos del censo de 2022, al menos 24 viviendas del Nuevo Boca de Cachón estaban compartidas con negocios. Es la inclinación con destino a los emprendimientos frente a la limitada proposición de empleos en Independencia.
Es un pueblo que acoge 3,680 habitantes, bajo una superficie de 17 por cada kilómetro cuadrado. En compañía de El Limonada, es el segundo de los distritos municipales de Jimaní.
Cuando fue inaugurado, el exmandatario Medina expresó: “¡Aquí lo tienen todo… defiendan ahora su pueblo!”.
Señalaba que el tesina fue un ejemplo de “cómo deben ser invertidos los medios del Estado”, en rebusca de atender las condiciones de pobreza y disminuir la desigualdad social en República Dominicana.