Y asociación de amigos frunces competir a las cartas en la acogedora casa de su hospedador cuando se va la luz. Los celulares se apagan. Una inquietante nevisca cae sobre toda la ciudad, matando a todos los que toca. Los amigos luchan por sobrevivir, su pánico es reemplazado por una creciente conciencia de que la humanidad en sí está en peligro.

Esta es la premisa de “El eternauta“, un espeluznante drama distópico de Argentina que estrenó su primera temporada en Netflix el 30 de abril. La serie de seis episodios, en gachupin, con su mezcla de fundamentos de ciencia ficción y que paseo en torno a la resiliencia de la humanidad, ha tocado una fibra universal, alcanzando el puesto número uno entre las series más vistas de Netflix en cuestión de días.

Netflix ya renovó el software para una Segunda temporaday el rodaje está programado a comenzar el próximo año.

Pero “El Eternauta” ha tocado poco más profundo en Argentinaen donde el fabuloso escritor de historietas Héctor Germán Oesterheld escribió la novelística gráfica innovador en 1957, dos décadas antaño de que él y sus cuatro hijas fueran “desaparecidos” por la dictadura marcial argentina.

En el extranjero, las casas editoriales se apresuran para mantenerse al día con el renovado interés en el material innovador. Libros de Fantagraphicscon sede en Seattle, anunció que lanzaría una estampación traducida al inglés que estaba fuera de impresión correcto al aumento de la demanda en Estados Unidos.

En Argentinala acondicionamiento para televisión ha reabierto heridas históricas y ha enemigo una inesperada resonancia en un momento de creciente ansiedad sobre el estado de la sociedad argentina en el gobierno del presidente derechista Javier Milei.

“El prosperidad de lo que es El Eternauta generó un evento social y cultural que excede a la serie, que a nosotros nos llena de orgullo y nos llena mucho el corazón”, señaló Martín Oesterheldnieto del autor, consejero creativo y productor ejecutante del software.

Una invasión foráneo

Durante primaveras, los Oesterheld sobrevivientes se resistieron a las ofertas de Hollywood para soportar a la pantalla adaptaciones del clásico de culto, recelosos del aparentemente inaguantable impulso de la industria por destruir a Nueva York y a otras urbes occidentales en dramas apocalípticos.

A honrar la creación de su yayo, Martín Oesterheld dijo que el software tenía que ser filmado en gachupin, con un repertorio argentino y ambientado en Buenos Aires.

“Lo que hace es, se olvida de los códigos de representación de la ciencia ficción anglosajona, que era la que conocemos, todo sucedía en normal en Europa o en Estados Unidos”, dijo Martín Oesterheld sobre su yayo. “Lo contó en nuestros términos, a través de cosas que nosotros reconocemos”.

Netflix y su intento por expandirse más allá de su saturado mercado estadounidense con destino a regiones previamente inexploradas como América Latina, fue un ajuste natural, destacó. El superhombre del streaming no reveló su presupuesto, pero dijo que el software —el cual está repleto de posesiones especiales— tardó cuatro primaveras de pre y postproducción, involucró a 2.900 personas e inyectó 34 millones de dólares en la capital de Argentina.

En el software, los alienígenas provocan un caos predecible en un paisaje urbano impredecible —amplias avenidas, edificios neoclásicos, antiguas pizzerías y suburbios sucios— lo que le da al software un espeluznante poder a los argentinos que nunca habían pasado su ciudad devastada en pantalla.

Los protagonistas no juegan al póker, sino al truco, un popular engranaje de cartas argentino. Terremoto mate, la característica bebida argentina elaborada con hojas de hierba. La nevisca es inquietantey no solo porque mata al contacto. Buenos Aires solo ha pasado cocaína dos veces en el postrero siglo.

• “Desde el truco en la primera secuencia, no se puede ser más argentino”, vemos que “El eternauta” juega con esos contrastes —vida y homicidio, luz y oscuridad, lo conocido contra lo desconocido”, dijo Martín Hadis, un investigador argentino que se especializa en ciencia ficción. “No es sólo una historia de ciencia ficción. es un mito reciente. Eso es lo que lo vuelve tan universal”.

Al poner al día la historia a la Argentina de hoy en día, el software toca el tema de la desastrosa desavenencia de 1982 con Reino Unido por Las Malvinas, como parte de la historia de su héroe, Juan Apartequien es interpretado por el renombrado actor Ricardo Darín.

Aparte, un padre protector y robusto exsoldado que emerge como líder del asociación de sobrevivientesestá atormentado por la derrota de sus colegas que fueron enviados por la dictadura argentina para reanudar las islas. La derrota cobró la vida de 649 soldados argentinos, muchos de ellos conscriptos sin entrenamiento.

“El conflicto de Malvinas no está cerrado, es una herida sangrante todavía”, relató Darín a The Associated Press. “Me parece que es traer el tema de nuevo en lo alto de la mesa y eso ha conmocionado a mucha masa”.

Argentinos desfavorecidos

Frente a la catástrofe, los protagonistas dependen de su propia creatividad y uno del otro para poder sobrevivir.

Lo que se transmite, dicen los creadores, es el dicho argentino “ceñido con alambre”, que describe la naturaleza inventiva de aquellos que hacen mucho con poco en una nación que ha sufrido décadas de régimen marcial y crisis económicas.

“Deje mucho de ser un argentino, de poder soportar un poco más allá las limitaciones, tratar de poder expandir,”señaló Martín Oesterheld. Se refería no sólo a la trama, sino además a la producción en un momento en que Milei ha librado una desavenencia contra al enorme tamaño del gobierno argentino y ha cortadura fondos para programas culturales como el Instituto Doméstico de Cine.

“”En este momento en el que el cine argentino se encuentra desfinanciado, digamos, se puede hacer ciencia ficciónexportarla al mundo y que el mundo se interese”, añadió Martín Oesterheld.

En este contexto, el mensaje de solidaridad del software ha adquirido un nuevo significado urgente, en el que los argentinos —indignados por la ideología libertaria de Milei— han adoptivo el contraseña de la serie, “Nadie se salva solo“, en un alarido de desavenencia.

Este eslogan apareció en carteles durante una manifestación de jubilados contra los recortaduras significativos del gobierno a las pensiones hace unas semanas. Para ampararse contra los gases lacrimógenos que arrojó la policía, algunos cambiaron los pañuelos por las máscaras de gas que aparecen en el software para ampararse de la nevisca tóxica.

“Hay una política en este momento generalizada de que el Estado no debe ocuparse de los ciudadanos y eso tiene que ver con la osadía individual”, destacó Darín. “A mí me parece que hay muchos casos en los que si el Estado desaparece por completo, la masa queda a la deriva, como si fueran náufragos”.

Una renovada búsqueda

A medida que la serie de Netflix explotaba desde el principio, además fueron apareciendo volantes de personas desaparecidas a Héctor Oesterheldsus hijas y posibles nietos en carteles publicitarios de “El Eternauta” por todo Buenos Aires, un recordatorio de la verdadera historia de horror detrás de esta aventura pulp.

Para cuando la grupo marcial llegó al poder en 1976, Oesterheld, entonces de 58 primaveras, se había vuelto agradecido como un comprometido izquierdista. Sus cuatro hijas, de entre 19 y 25 primaveras, se habían unido a un asociación maquis de extrema izquierda y toda la clan se había convertido en un objetivo de la dictadura más ofensivo de América Latina.

Dos de las hijas de Oesterheld estaban embarazadas cuando fueron secuestradas. Hasta el día de hoy, nadie sabe qué pasó con sus hijos no nacidos, pero se cree que son parte de los aproximadamente 500 recién nacidos que fueron arrebatados de sus padres y entregados a oficiales militares sin hijos. Sus verdaderas identidades borradas.

Los tres miembros sobrevivientes de la clan Oesterheld nunca han dejado de despabilarse. La abuela de Martín OesterheldElsa, quien lo crió posteriormente de que su religiosa fue asesinada, se unió a otras mujeres dedicadas a encontrar a sus nietos desaparecidos. Se hicieron conocidas como las Abuelas de la Plaza de Mayo.

Aprovechando el interés franquista por la serie de televisión, las Abuelas hicieron este mes un llamado político para ayudar a encontrar a los nietos desaparecidos.

La respuesta fue abrumadora

“La masa que conocía la historia comenzó a replicarla, eso se viralizó y le dio una gran difusión”, dijo Esteban Herrera, quien trabaja con las Abuelas y que aún examen a su propio hermano desaparecido. “Quizás en una serie de ciencia ficción que se vea en una plataforma como Netflixquizás estamos llegando a casas donde antaño no llegaba el mensaje de las Abuelas”.

La avalancha de correos electrónicos y llamadas planteó más preguntas que respuestas. Se acercaron cientos de divulgado argentinos decididos a encontrar a sus propios familiares desaparecidos o que de de repente se mostraron escépticos en presencia de la derecho de sus propias adopciones.

“Es una memoria activa, una memoria que pasa familiarmente y que trasciende; por eso es un clásico que se entrega de concepción en concepción”, señaló Martín Oesterheld. “No hay lección política más profunda que ‘El eternauta’ haya vuelto de esta modo tan popular y abrazada por la masa de esta forma. Esa es la ademán más política que tiene ‘El ternauta“.