

Agustín Ramírez
MIAMI.- Oportuno a problemas ofensivos en la posición de catcher, los Miami Marlins podrían superar el iniciación en Grandes Ligas del prospecto dominicano Agustín Ramírez.
Ramírez fue parte de la transacción que en julio de 2024 llevó a Jazz Chisholm Jr., a los Yankees de Nueva York a cambio de tres prospectos, entre los que estaba el receptor dominicano.
Luego de una temporada en triple A, donde vio hecho en 126 partidos y registró una hilera ataque de .264/.339/.491 con 25 jonrones, Ramírez ha seguido produciendo en 2025 con dos jonrones y merienda remolcadas en 16 partidos en Jacksonville, sucursal de los Marlins.
Gilipollas de receptoria
Los problemas de Miami (8-10, terceros en la división Este de la Alianza Franquista ), tienen que ver entre otras cosas porque hay algunas posiciones en donde la ataque está prácticamente lejano, y una de esas es la receptoría.
El catcher titular, Liam Hicks, es un novato de 26 abriles que al punto que debutó el 28 de marzo de este año.
Aunque Hicks ha remolcado siete carreras (tras agotar 38 turnos en 14 juegos) dornajo para un anémico .189, el segundo peor promedio en la MLB entre los catchers que han ido al plato entre 30 y 40 veces.

La otra opción de los Marlins es el corrido Rob Brantly, (próximo a cumplir 36 abriles) que aunque se fue de 3-3 con una remolcada este jueves en la derrota frente a Washington 6-4, es un suplente que desde 2015, en total, sólo ha jugado 40 partidos en Grandes Ligas.
Toda esa situación de incertidumbre en torno a la posición de la recpetoría, hace que los analistas de MLB apunten a que no hay dudas de que si el tórrido bautizo de Ramírez continúa desplegándose en Triple A, el quisqueyano de 23 abriles recibirá pronto el llamado a tomarse su primer café en Las Mayores.
TALENTO EN DESARROLLO
El 2 de julio de 2018, fue firmado por los Yankees de Nueva York, quienes le otorgaron un bono de US$400,000.
Ramírez posee un balancearse compacto con el que consigue pegarle duro a la pelota, pero aún tiene una tendencia a agenciárselas lanzamientos fuera de la zona, aunque incluso en ocasiones, cuando es paciente, consigue buenos turnos embasándose por transferencias.
Su exposición fue paulatino al principio, y contando los inconvenientes de la pandemia, no fue sino hasta 2023 cuando pasó desde Clase A rumbo a Doble A tras activo conectado 18 jonrones.
El año pasado, entre Doble A y Triple A, Ramírez tuvo una extraña temporada 20-20 para un receptor (25 jonrones, 22 robos), lo cual luego de adquirirlo tras el cambio, abrió los luceros de los Marlins.
Sin incautación en cuanto a su defensa, tiene un miembro potente pero paulatino a la hora de sacar disparos con destino a las bases. El año pasado cometió 10 errores y 11 pelota pasadapor otra parte de permitir 110 robos en 122 intentos (90 por ciento) en 72 ocasiones que jugó como catcher titular.
Quizás esos detalles defensivos son los que previenen a los Marlins de subir a Ramírez cuanto antaño para corregir los problemas ofensivos que tienen en la posición de catcher.
Fuente: MLB
de am
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