
Redacción América.- EFE
América salió a las calles este Primero de Mayo entre aplausos al sindicalismo histórico y gritos de auxilio contra la precariedad. Desde Washington hasta Montevideo, miles de trabajadores, líderes indígenas, jubilados, funcionarios y migrantes marcharon para exigir sueldos dignos, reformas profundas y respeto a sus derechos, en una etapa atravesada por tensiones políticas, promesas presidenciales y economías al linde.
Mientras unos Gobiernos hablaron de mecanismo, otros enfrentaron protestas encendidas.
En Estados Unidos, el aullido de “¡Mayday!” retumbó frente a la Casa Blanca. Cientos de trabajadores inmigrantes y activistas se manifestaron para exigir respeto, dignidad y el regreso del salvadoreño Kilmar Abrego, deportado pese a contar con una orden procesal de protección.
Desde el otro extremo del continente, en Argentina, Cristina Fernández de Kirchner lanzó su mensaje por redes sociales. La expresidenta criticó con dureza al Gobierno de Javier Milei, al que acusó de arrasar con los derechos de los trabajadores.
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Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, aprovechó el 1 de mayo para ratificar su alianza con los sindicatos. Recibió a los principales líderes gremiales y respaldó sus demandas para el año próximo- reducción de la etapa gremial, exención tributaria a las rentas bajas y un impuesto a los superricos.
En México, el Gobierno aprovechó el Día Internacional del Trabajo para anunciar adyacente a los mayores sindicatos del país una acoplamiento sucesivo en torno a la semana gremial de 40 horas. El Ejecutor presidido por Claudia Sheinbaum dibujó el horizonte de 2030 para alcanzar esa medida en uno de los países donde más horas se trabajan al año, 2.124, según la Ordenamiento para la Cooperación y el Incremento Económicos (OCDE).
Mientras tanto, en las calles de Caracas, un conjunto estrecho de trabajadores y pensionados desafió el control policial para exigir “salarios y pensiones dignas”. El Gobierno de Nicolás Adulto anunció un aumento en bonos, pero mantuvo congelado el salario pequeño en 1.48 dólares mensuales. Desde la competición, María Corina Machado denunció una “esclavitud moderna”. El sindicato de prensa reveló que el 40 % de los trabajadores del sector no tiene acuerdo formal. En Colombia, el Primero de Mayo fue escena de apoyo al Gobierno. Miles de trabajadores, adyacente con comunidades indígenas, marcharon.
En Cuba la Plaza de la Revolución de La Habana volvió a empacharse de banderas. Además hubo manifestaciones en Perú, Ecuador, Panamá, Guatemala, Bolivia y Uruguay, entre otros países.