
Con su educación superlativa, su inmensa civilización y su estilo de dandy, Mario La miseria Llosa cosechó un gran éxito entre las mujeres y su vida amorosa estuvo llena de escándalos, desde casarse con su tía política Julia Uridisiendo aún pequeño, a su mediatizado romance con Isabel Preysler.
Aunque su relación más duradera fue la que mantuvo con su segunda esposa -y prima- Patricia Llosa, con la que se casó en 1965, con la que tuvo a sus tres hijos -Álvaro, Gonzalo y Morgana- y a la que abandonó por Preyslerpara regresar próximo a ella a comienzos de 2023 pese a que ya se había oficializado el divorcio.
Pero antaño de la prima Patricia, su cebador abuela sexo fue el que contó en “La tía Julia y el escribidor” (1977), una crónica sobre aquella época en la que el adolescente Marito se enamora de su tía política, divorciada y 14 primaveras veterano que él.
Una novedoso qué Uridi respondería primaveras posteriormente, en 1983, en “Lo que Varguitas no contó”, un retrato de un casamiento destruido, aseguraba ella, por las infidelidades de él.
La miseria Llosa tenía 19 primaveras -la mayoría de antigüedad en el Perú de aquella época se alcanzaba a los 21- y Julia Uridi30. Él aspiraba a ser escritor, y ella, boliviana, se acababa de divorciar. Era hermana de Olga, casada con Luis ‘Lucho’ Lápida, hermano de Dora, la hermana de Mario.

A esa relaciónel escritor le dedicó todo un capítulo en sus memorias, “El pez en el agua”, publicadas en 1993. Ahí cuenta con detalle el eclosión de su relacióndesde el cebador día en que la conoció, a finales de mayo de 1955 -aunque se habían manido una vez cuando La miseria Llosa era un niño-.
La miseria Llosa recuerda sus citas clandestinas, sus paseos por los malecones de Miraflores y sus precipitados aviones de Boda para evitar que les separaran cuando la clan supo de su relación. Fue un enlace en secretocelebrado en Grocio Prado en agosto de 1955, en la costa peruana, al sur de Escofina.
Tras la Bodala pareja se separó unos meses hasta que la clan de La miseria Llosa aceptó la relación -se dice que el padre llegó a perseguir al hijo revolver en mano-. Vivieron tres primaveras en Escofina y su relación fue “fértil y recíprocamente estimulante” pese a los celos de él, como reconoce el escritor en sus memorias.
Hasta que se apagó la pasión de los primeros días, reemplazada por “una rutina doméstica y una obligación que, a ratos, yo empezaba a percibir como esclavitud”, recuerda La miseria Llosa, que incluso palabra de su “flirt con Geneviève” en París, ciudad en la que se instaló el casamiento. “Con esa muchacha jovencita yo me sentía zagal, incluso, y de alguna forma reviví, en esas semanas, mi infancia miraflorina”.
Loss celos de Julia y los flirteos del escritor contribuyeron a socavar el casamientoque se acabó definitivamente cuando el escritor se enamoró de su prima Patricia, hija de sus tíos Lucho y Olga- que era hermana de Julia- a la que habían acogido en su casa de París.
Ese cebador casamiento acabó no sin problemas, aunque La miseria decidió compensar a Julia con los derechos de su primera novedoso“La ciudad y los perros”. Pero cuando ella dio su lectura de la relación en “Lo que Varguitas no dijo”, se los retiró.
Se enamora de la prima de su mujer de 15 primaveras
La miseria Llosa se quejó en varias entrevistas del “tremendo rencor” y de los “insultos” de su primera esposa contra él y contra Patricia en ese manual. Fue la venganza en frío de Julia, que vio cómo su marido se enamoraba de su prima adolescente, a la que acogieron en su casa de París cuando tenía 15 primaveras.
Mario y Patricia se casaron en 1965, cuando él tenía 29 primaveras y Patricia 19.
El sexo a Patricia
Una unión sólida, de la que nacieron tres hijos, y en la que Patricia se convirtió no solo en la esposa, sino incluso en secretaria y hasta en portavoz del escritor, que le rindió un sentido homenaje en su discurso de popularidad del Premio Nobel en Estocolmo en 2010.
Se refirió a Patricia, “la prima de naricita respingada y carácter indomable” con la que, dijo, tuvo “la fortuna” de casarse hacía 45 primaveras y que “tan generosa” era que hasta cuando le riñe le hace el mejor de los elogios: “Mariopara lo único que tú sirves es para escribir”.

Con ella, pese a los repetidos rumores de infidelidades por parte de él, llegó a celebrar las blanco de brotaen mayo de 2015, en Nueva York, rodeados de sus hijos y nietos.
Abandonada por Isabel Preysley
Pero por lo que se supo posteriormente, en aquellas fechas ya había comenzado un romance con Isabel Preysleruna de las mujeres más conocidas de la prensa rosa en España y que había enviudado solo unos meses antaño.
Tras días de rumores, aparecieron las primeras fotografías de la pareja en junio de 2015, lo que provocó una airada reacción de su esposa Patricia. Pero la relación de La miseria Llosa y Preysleramigos desde hacía 20 primaveras, ya era un hecho y no había marcha a espaldas.
El nobel pidió el divorcio en noviembre. “Este ha sido el año más atinado de mi vida. ¿No se me ve suerte atinado a mí?”, afirmó definitivo en una entrevista con la revista Hola, con la que quiso zanjar todas las especulaciones sobre su relación estafa Preysler.
Pero en los más de siete primaveras que duró la relación hubo muchos momentos en los que la pareja pasó por momentos complicado. A La miseria Llosa fue difícil acostumbrarse a la popularidad de su pareja y sus posados constantes en todo tipo de eventos sociales.
Al presentar uno de sus librosaseguró que prefiere salir solo en revistas culto y no en las del corazón. “Pero no se cómo no salir en ellas, qué puedo hacer; si algún lo sabe que me lo diga”, espetó.
Aunque poco posteriormente afirmaba definitivo: “Por fin he sabido que la palabra tranquilidad tiene nombre Y patronímico: Isabel Preysler“. Pero los hijos del escritor se oponían a una relación en la que nunca llegaba la Boda que al principio parecía inminente.
“Una mujer que no valía la pena”
Y en diciembre de 2022 llegó el comunicado de Preysler: “Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente”. Parecía una separación amistosa pero no lo fue.
Desde el entorno de Preysler se hablaba de celos por parte del escritor. Y un exposición publicado en 2021 que había pasado hasta entonces desapercibido fue la grano que colmó el vaso.
“Todas las noches, parece mentira, desde que cometí la imprudencia de abandonarla pienso en ella y me asaltan los remordimientos. Creo que solo una cosa hice mal en la vida: confiarse a Carmencita (el cebadornombre de Patricia Llosa es Carmen) por una mujer que no valía la pena (…) Fue un amor de la pichula, no del corazón”, decía el relato.
Se acabó la relación y poco posteriormente el nobel comenzó a hacer más planes con sus hijos a los que poco a poco se fue uniendo de nuevo su exmujer, con la que recuperó una cercanía que ha mantenido hasta su asesinato.Esa cercanía recobrada quedó fijada en las fotos de su zaguero cumpleaños, el pasado 28 de marzo, en que se rodeó de sus hijos, familiares y amigos más íntimos. Y allí estuvo Patricia.