
Al igual que los huesos gigantes plantados en la tierra, los racimos de troncos de árboles, despojados de corteza, están apareciendo a lo prolongado de la Bahía de Chesapeake en la costa del Atlántico Medio de los Estados Unidos. Son bosques fantasmas: los restos inquietantes de lo que alguna vez fueron de cedro y pino. Desde finales del siglo XIX, una franja cada vez longevo de estos árboles murió a lo prolongado de la orilla. Y no volverán a crecer.
Estos cementerios arbóreos aparecen en lugares donde la tierra se inclina suavemente con destino a el océano y donde el agua salada invade cada vez más. A lo prolongado de la costa este de los Estados Unidos, en los bolsillos de la costa oeste, y en otros lugares, los suelos más salados han matado a cientos de miles de acres de árboles, dejando esqueletos leñosos típicamente rodeados de pantano.
¿Qué pasa posteriormente? Eso depende. A medida que estos bosques muertos pasan, algunos se convertirán en pantanos que mantengan servicios de ecosistemas vitales, como el amortiguamiento contra las tormentas y el almacenamiento del carbono. Otros pueden convertirse en el hogar de plantas invasivas o no apoyar la vida vegetal en definitivo, y los servicios del ecosistema se perderán. Los investigadores están trabajando para comprender cómo este creciente cambio con destino a pantanos y bosques fantasmas afectará, en firmeza, afectará los ecosistemas costeros.
Muchos de los bosques fantasmas son una consecuencia del aumento del nivel del mar, dice la ecologista costera Keryn Gedan de la Universidad George Washington en Washington, DC, coautora de un artículo sobre el Salinización de ecosistemas costeros En la revisión anual de 2025 de la ciencia escuadra. El aumento de los niveles del mar puede traer marejadas tormentas más intensas que inundan agua salada sobre la parte superior del suelo. El aumento de la sequía y el nivel del mar puede cambiar la mesa de agua subterránea a lo prolongado de la costa, permitiendo agua salada para recorrer más tierra adentrodebajo del suelo del bosque. Los árboles, privados de agua fresca, se enfatizan cuando la sal se acumula.
Sin confiscación, la transición del bosque vivo al pantano no es necesariamente una tragedia, dice Gedan. Las marismas asimismo son características importantes de los ecosistemas costeros. Y el cambio del bosque al pantano ha ocurrido a lo prolongado de los períodos de aumento del nivel del mar en el pasado, dice Marcelo Ardón, ecológico del ecosistema y biogeoquímico de la Universidad Estatal de Carolina del Ártico en Raleigh.
“Pensarías en estos bosques y marismas bailando juntos por la costa”, dice.
Las marismas proporcionan muchos beneficios del ecosistema. Son hábitats para pájaros y crustáceoscomo gorriones de pantano de sal, marismas, cangrejos y mejillones. Además son un hornacina de plantas nativas tolerantes a la sal, como los jirones y ciertos pastos, que proporcionan alimentos y refugio para los animales.