
Incertidumbre y contrapeso
“Las estimaciones, mientras que se basan en los mejores modelos disponibles para los autores, son indirectas, por lo que existe una considerable incertidumbre sobre las estimaciones”, dijo en un comunicado Stephen Duffy, profesor emérito de detección de cáncer en la Universidad Queen Mary de Londres. “Por lo tanto, diría a los pacientes que si se le recomienda tener una tomografía computarizada, sería aconsejable hacerlo”.
Duffy incluso destacó que en el contexto del peligro universal de cáncer de una persona, las tomografías computarizadas no mueven mucho la jeringuilla. Hubo un poco más de 100,000 cánceres vinculados a 93 millones de escaneos. “Esto equivale a un aumento de rodeando del 0.1 por ciento en el peligro de cáncer durante la vida del paciente por examen de TC”, dijo. El peligro de por vida de cáncer en la población de los Estados Unidos es rodeando del 40 por ciento. Por lo tanto, el peligro adicional de las tomografías computarizadas “es pequeño”. En universal, cuando una tomografía computarizada se considera necesaria, el “beneficio probable en el dictamen y el tratamiento posterior de la enfermedad supera el aumento muy pequeño en el peligro de cáncer”.
Doreen Lau, experta en biología del cáncer en la Universidad de Brunel de Londres, estuvo de acuerdo: “Los hallazgos no significan que las personas deben evitar tomografías computarizadas cuando un médico lo recomienda. En la mayoría de los casos, el beneficio de detectar o descartar enfermedades graves supera con creces el peligro muy pequeño de daños”.
Aún así, el aumento en las tomografías computarizadas en los últimos primaveras puede sugerir que los médicos podrían someter su uso. En un editorial compadreIlana Richman, de la Universidad de Yale y Mitchell Katz, de la vigor de Nueva York y los hospitales, discutieron las formas en que los médicos podían cerciorarse de que estén equilibrando los riesgos y los beneficios ayer de usar escaneos de tomografía computarizada, incluido el uso de algoritmos de dictamen y ofreciendo opciones de imagen alternativas, como ultrasonidos e imágenes de resonancia magnética (IMBR).
“Como con todos los problemas complejos, no habrá una alternativa simple”, escriben. Pero, “educar a los médicos sobre evitar las pruebas de bajo valía y, en circunstancias en las que las alternativas estén disponibles, involucrando a los pacientes en la valentía de hacer una tomografía computarizada pueden ayudar a cambiar la civilización y la experiencia”.