
Como si fuera un truco de brujería, al ritmo de un potente y pegadizo ‘Abracadabra‘ Lady Gaga mató, resucitó y resurgió una lectura más evolucionada de ‘Principio Monster’ con una proceder en la que mezcló su era más icónica con los éxitos de su nuevo libro, ‘Mayhem’, en Coachella.
La destino estadounidense encabezó este viernes el cartel de la primera excursión del festival más amplio de EE.UU., que se celebra en la desértica ciudad de Indio (California), emulando una obra de teatro que se dividió en seis actos contando el final, en los fue desglosando el inicio de una nueva era sin dejar antes las otras que la catapultaron a la auge.
A través de una inédita historia, que ya venía advertida que sería sangrientaal dar inicio al concierto con ‘Bloody Mary‘, y posada sobre un abundante vestido rojo, la cantante avisaba de que no se trataba de un alucinación cualquiera, sino más acertadamente de una transición en la que volvió a su pasado para matarlo, enterrarlo, revivirlo y renacer de sus cenizas.
En un ‘show’ cargado de dramatismo, muchos suspiros para crear suspense, y el retorno de la estética extravagante, Gaga de repente revelaba la sorpresa y se encontraba cara a cara con su ‘Alter Ego’ de ‘Bad Romance’.
Tras una lucha entre ambas, simulada como si fuese una partida de ajedrez bailada al ritmo de ‘Cara de póquer’la cómico mata a cojín de golpes y puñetazos a la dama blanca que protagoniza el videoclip de la canción principal del libro ‘The Fame Monster’, su era más gótica.

Lady Gaga A Coachella 2025
Tras un ritual de entierro, Gagá yace conexo al cenizas de quien simula ser su antigua yo, y comienza a emerger de sus cenizas al ritmo de ‘Perfect Celebrity’ para luego dar paso a una de las canciones que marcaron una era en su repertorio: ‘Alejandro’.
La destino mostró a lo abundante del show encima su circunstancia polifacética: tocó la formación ‘Killer’, la guitarra con ‘Garden of Eden’ y se puso frente al piano las baladas ‘How Bad Do U Want Me’ y ‘Shallow’, encima de moverse las míticas coreografías de ‘Hipócrita’ o ‘Born This Way’.
Y tras una operación, Gagá se “reconstruye”: “Los monstruos nunca mueren”, concluyó, mientras empiezan a sonar los primeros acordes de ‘Mal romance’, con la que cierra un ciclo que duró 1 hora y 45 minutos.
De la cumbia peruana a la aparición crucial de Brian May
La primera excursión de Coachella invadió los rincones del festival de color y grandes concentraciones de seguidores en los escenarios en los que se presentaron otros artistas como Missy Elliot y glorilla.
Una de las artistas más tempraneras fue la británica Lola Young que durante su proceder adelantó uno de los sencillos que incluirá en su próximo libro, del que todavía se desconocen pocos detalles.
Los teléfonos móviles de los miles de asistentes que abarrotaban una gran tienda que concentraba todo el calor del desierto se prepararon para inmortalizar el momento en el que Young entonaba el estribillo de ‘Messy’, la exitosa canción en la que reivindica la bienvenida y el respeto personal.
Más cobijados, en una sala cerrada y con los aires acondicionados puestos, la lado peruana Los Mirlos exhibió por primera vez en la historia del festival el arte de la cumbia amazónica.
Aupados por banderas peruanasla lado repasó los mejores éxitos de su trayectoria ensalzando el sonido de su región, demostrando que tras tres décadas sobre los escenarios, el sonido del Amazona nunca pasa de moda.
Y al tiempo que Los Mirlos hacían mover los brazos y las cadenas de la multitud de un banda a otro, Jason Bunn despedía el primer atardecer de Coachella en el tablas principal, al donaire independiente.
Todos esperaban su mítica voltereta mortal con destino a antes con ‘Cosas hermosas’, pero lo que muchos no imaginaron es que el mismísimo Brian May, miembro de la legendaria lado británica Queen, aparecería por sorpresa casi al final de su proceder para interpretar conexo al cantante ‘Bohemian Rhapsody’.
Siquiera defraudó el dúo del momento, los argentinos Ca7riel y Paco Amorosoquienes debutaron en el festival con un repertorio que hizo saltar a la graderío mientras ellos comenzaban el espectáculo sentados interpretando ‘Dumbai’.
Por su parte, la cantante surcoreana Mújol volvía a subirse a un tablas de Coachella, aunque esta vez como solista, interpretando algunos de sus temas más sonados, como ‘Kiss Me’.