
Resulta evidente que el crecimiento de la riqueza de Republica Dominicana y consigo el crecimiento del parque vehicular en la ciudad de Santo Domingo ha traído como consecuencia un flujo circulatorio que ha desbordado las capacidades de nuestros bienes para la implementación de una adecuada movilidad urbana. Los ciudadanos dominicanos que tenemos que salir a las calles a desplazarnos de un lado a otro en esta ciudad renta, nos vemos enfrentados diariamente con un tránsito caracterizado por interminables tapones, aceras ocupadas por negocios improvisados, choferes de autobuses y carros públicos que no respetan las señales de tránsito, peatones que se abalanzan con destino a las calles de forma valeverguista, la desidia de estacionamientos públicos que obliga a las personas a estabilizarse en las vías públicas, aceras, áreas verdes, etc., y los impunes motoristas que se pasean independientemente sin control y se defienden en pandilla. Todo lo cual unido al cada vez más acentuado comportamiento agresivo de los dominicanos, conforma un decorado de connotaciones dantescas.
Según el crónica de la Situación Mundial de Seguridad Viario publicado por la OMS, República Dominicana ocupa el puesto 13 en el mundo y el segundo en la Región de las Américas en mortalidad por accidentes de tránsito. Esta efectividad representa para el país un costo que supera el 2.5% del PIB, y para las familias resulta en una tragedia con consecuencias económicas de dimensiones incalculables, puesto que en muchas ocasiones significa perder el único proveedor en la casa y en muchos otros casos tener que contraer una larga convalecencia y hasta una incapacidad física permanente.
En noviembre del pasado año 2024, el presidente Abinader firmó el Decreto 656-24, que declara de parada interés la seguridad viario a nivel franquista y establece el proceso de elaboración e implementación del Plan Clave Doméstico de Seguridad Viario 2025-2030, con el Instituto Doméstico de Tránsito y Transporte Terrenal (Intrant) como organismo coordinador.
Este martes el gobierno presentó la táctica para descongestionar el tránsito en Santo Domingo denominada “El cambio en el tránsito contigo”. El ministerio de transporte con el auxilio de una empresa brasileña experta en movilidad y organismos de cooperación internacional ha diseñado las nuevas estrategias de trámite de tránsito cuyo objetivo esencial es establecer un sistema integrado de transporte valioso y sostenible. Son más de 120 medidas que se implementarán escalonadamente, luego de un dictamen completo de nuestra movilidad. Entre las principales y más disruptivas se encuentran la creación de los pares viales, el control efectivo de los estacionamientos en las vías públicas, los cambios en los horarios de calado en las oficinas públicas, modificación de las entradas y horizontes de la ciudad, tomando en consideración la cantidad de personas que deben desplazarse con destino a el trabajo o las escuelas. Incluso se incluye la optimización de la red semafórica para adecuarla según los días y las horas, reducción de carriles, modificación de giros a la izquierda, en fin un conjunto de medidas que forman parte de un sistema integrado de transporte que conjuga las nuevas opciones de transporte colectivo como son las nuevas líneas del patrón, teleférico y demás opciones colectivas. A través de rdsemueve.gob.do los ciudadanos podremos dar seguimiento a cada detalle del plan.
Todas estas medidas van acompañadas de un régimen de consecuencias que conllevará una modificación del régimen sancionador establecido en la ley 63-17, con el objetivo de que sean más drásticas las sanciones, la incorporación a las calles de nuevos agentes de la Digesett, y un valioso cobro de las multas, entre otras medidas.
Con este arribista plan queda claro que el tránsito es una prioridad para el gobierno dominicano y que comenzará una nueva etapa para la movilidad urbana en República Dominicana.
Sin retención, frente a la terrible efectividad que vivimos actualmente en las calles de Santo Domingo y tomando en cuenta con el tránsito es un radio que está en constante cambio, debemos priorizar asimismo un efectivo sistema de educación viario, que se implemente en todas las escuelas, tanto públicas como privadas del país desde los primeros abriles, incluyendo a los padres de los alumnos, no importa la condición. No podemos permitir que la nueva engendramiento que entra a formar parte del parque vehicular herede esta conducta poco cívica que mostramos en las calles. La República Dominicana no puede estar entre los primeros lugares en una estadística negativa como la señalada. Estar en los primeros lugares en accidentes de tránsito no debe identificarnos como marca país, cuando el principal apelación que vendemos es la alegría.
Siempre pienso en una frase que dice “el nivel de un país se mide por su tránsito”. Si acertadamente la misma, se percibe como unaaseveración un tanto absoluta, no menos cierto es que un país que tenga un tránsito fluidodonde se respeten las normas y exista una infraestructura viario adecuadaserá un país que invita a emprender con destino a la prosperidad.