
A partir del aviso de precios de combustibles del Ocupación de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), correspondiente al período del 26 de abril al 2 de mayo de 2025, se estima que de cada RD$1,000 pagados por Gasolinaen promedio, RD$520 cubren el costo del combustible, RD$324 se destinan a impuestos y RD$156 a márgenes de comercialización.
De estos márgenes, RD$54 corresponden al distribuidor, RD$82 al detallista y RD$20 al transportista.
De acuerdo con el comparativo de precios semanal del Ocupación de Energía y Minas de Guatemala, correspondiente a la semana del 21 de abril de 2025, la República Dominicana registra el tercer precio más stop de Gasolina en comparación con los países de Centroamérica. Incluso con subsidios financiados con caudal del contribuyente, los precios locales siguen superando los de muchas economías vecinas.
Un esquema de precios como el presente impone costos visibles al avalar y costos invisibles sobre toda la hacienda. La combinación de altos impuestos estafa subsidios generalizados eleva artificialmente el costo sin reverberar las condiciones reales del mercado.
El subsidio, remotamente de corregir el problema, desvía medios del presupuesto sin hacer la Gasolina comparativamente más accesible. Encima, precios distorsionados dificultan que consumidores y productores asignen eficientemente sus medios.
En lado de fomentar mejoras en productividad y movilidad, se perpetúa un maniquí que consume fondos que podrían destinarse a fines más provechosos.
Someter y simplificar la carga tributaria sobre los combustibles, y liberar la determinación de los precios, como en varios de los mercados de Centroamérica, permitiría desencarecer el transporte, mejorar la competitividad y devolver poder adquisitivo a los hogares.