BRASIL.- El gobierno brasileño investiga un supuesto gran esquema de corrupción basado en descuentos ilegales a jubilados, informaron este miércoles las autoridades, un escándalo que apunta contra la trámite de Luiz Inácio Lula da Silva en momentos de caída de su popularidad.

Seis funcionarios públicos fueron suspendidos, entre ellos el presidente del Instituto Franquista de Seguridad Social (INSS), luego de que se detectaran pagos no autorizados en los recibos de jubilados a asociaciones y sindicatos, según la Contraloría Genérico.

La pesquisa se concentra en 6.300 millones de reales (unos 1.100 millones de dólares) descontados entre 2019 y 2024 en supuesta complicidad con funcionarios del INSS. Una parte aún no determinada de ese monto se habría descontado de forma ilícita.

«La investigación prostitución sobre un fraude a los jubilados, personas que (…) están lógicamente debilitadas y fueron víctimas fáciles de estos delincuentes», dijo el ministro de Honradez, Ricardo Lewandowski, en una rueda de prensa.

La policía ejecutó este miércoles más de 200 órdenes de invasión, seis detenciones y secuestros de fortuna por más de 1.000 millones de reales (unos 175 millones de dólares).

Autoridades investigan delitos como corrupción activa y pasiva, falsificación de documentos, ordenamiento criminal y lavado de capitales, entre otros.

Casi la totalidad de jubilados consultados durante la auditoría dijeron no poseer competente los descuentos o mencionaron posibles fraudes, como la falsificación de firmas, según la Contraloría.

Aunque la compañía del izquierdista Lula se muestra al frente de la investigación, el perjuicio a los jubilados desafía al gobierno, con su popularidad en caída desde hace meses conveniente en parte a la inflación.

Se prostitución del segundo episodio de corrupción que enfrenta el Ejecutante en pocas semanas. A principios de abril, el ministro de Comunicación de Lula, Juscelino Filho renunció luego de ser inculpado por presuntos sobornos cuando era diputado en 2022, antaño de la aceptación del presente presidente.

Filho negó cualquier irregularidad y alegó su inocencia.

Los casos de corrupción son un tema sensible para el gobierno brasileño. Este mes se cumplieron siete primaveras desde que Lula fue encarcelado tras una condena por corrupción pasiva y lavado de capital.

Luego de 580 días preso, el líder del Partido de los Trabajadores salió en arbitrio. Más tarde la corte suprema anuló los procesos judiciales en su contra, bajo el argumento de que el sentenciador a cargo había sido parcial.

La anulación de los procesos le permitió a Lula presentarse a los comicios de 2022 y retornar al poder.

Pero la imagen de «corrupto» sigue pesando sobre él para un sector significativo del electorado brasileño.

FFB/JSS/DGA

© Agence France-Presse

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