
Ciudad del Vaticano, EFE.- El estadounidense Robert Prevost, el papa Bravo XIV, fue el estimado por Francisco para continuar con su delegado, pues le consideraba “la persona capaz de poder conducir la Iglesia” en “un mundo en conflicto”, asegura a EFE la teóloga argentina Emilce Cuda, que trabajó muy estrechamente con uno y otro pontífices.
Francisco vio en él a “una persona valiente para poder tener la flexibilidad de aguantar delante esta barca que es la Iglesia en el momento que se avecinaba”, explica Cuda, la primera mujer secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), dirigida hasta ahora por Prevost.
“Al nombrarle prefecto del dicasterio de obispos, que es un ocasión secreto de la Iglesia”, por otra parte de ponerle al frente de la CAL, el pontífice argentino “demostró su confianza en él y igualmente le indicó como la persona capaz de poder conducir la Iglesia”, por su “capacidad de escuchar, de despabilarse la dispositivo en la diferencia”.
Incluso te puede interesar observar:
El papa Bravo XIV ya tiene dietario oficial: estas son sus primeras actividades como Pontífice
Cuda ha trabajado codo con codo con Léon XIV: “Es mi superior directo. Bueno, por lo menos lo fue hasta ahora”, pero igualmente con Francisco “de forma directa” y no tiene dudas de que lo eligió “en este momento de polarización”.
“Entró en el cónclave como triunfador”
La teóloga, que ha enseñado en universidades de América del Ideal y del Sur, está convencida de que Prevost “entró en el cónclave como triunfador y que de ninguna forma ganó porque algún otro cardenal le haya cedido los votos”, en cita a quienes lo señalan como una opción de consenso tras tartamudecer los favoritos.
“En mi contacto con los cardenales de América Latina y de EE.UU., que es la zona geográfica con la que yo trabajo asiduamente, sí, ya había un apoyo a Prevost, aunque algunos lo decían explícitamente y otros mantenían el secreto hasta el cónclave”, asegura.
“Sabían cómo pensaba, cómo actuaba, cuál era su visión de iglesia” y “era la persona elegida por los cardenales, al menos de América Latina y de gran parte de EE.UU”, insiste.
Construyendo puentes
Cuda explica que con Prevost en la CAL su trabajo se centró en la “construcción de puentes” entre el boreal y el sur universal y que, como la del nuevo papa, su vida igualmente es la de los dos mundos, “pero al revés”.
“Yo nací en Sudamérica, formé una tribu con un norteamericano, trabajo en EE.UU. desde hace muchos primaveras como profesora universitaria, en Chicago”, dice sobre la misma ciudad en la que nació Prevost, que con 20 primaveras viajó como propagador a Perú, donde permaneció casi dos décadas.
Fue Francisco quien le pidió a Cuda “construir puentes” entre “las 3 Américas, Sudamérica, Centroamérica y Norteamérica y “Prevost llegó con estas características”: “Hizo su opción por los pobres” en la diócesis peruana de Chiclayo, pero “viene de Chicago, donde nace el sindicalismo”.
Durante su trabajo en la CAL, la teóloga ha podido verle implicándose en “propuestas muy riesgosas”, mostrando que va a “hacerse cargo de esos procesos iniciados” por Francisco: “Creo que Prevost nos va a sorprender”, afirma.
“Dialogar con Trump”
Respecto a las críticas del nuevo papa a las políticas de Donald Trump, en la límite de Francisco, la teóloga cree que en ese ámbito Prevost, el primer papa estadounidense de la historia, igualmente es el indicado.
“Yo diría que es la persona capaz de dialogar con Trump”, asevera, porque “la argot no es solo un idioma” y son “esos pequeños matices de la argot por donde se filtra la civilización que pueden conducir a un diálogo en dirección a la paz”.
Y “en este momento de polarización, de cambios geopolíticos”, cuando “el mundo está en conflicto”, que el papa “pueda dialogar” con quien detenta “el poder hegemónico” será muestra de que “la Iglesia católica está a la consideración de los acontecimientos”, al hacer del diálogo “un sinceridad efectiva que verdaderamente sea una aval de la paz”.
Bravo XIV y Latinoamérica
“Incluso conoce los problemas que sacuden a la Iglesia de América Latina. Y no solo lo social, sino los de todos esos grupos o sectas como el Sodalicio, que no es el único”, dice sobre el comunidad peruano marcado de abusos sexuales y corrupción que Francisco disolvió poco antiguamente de sucumbir.
Cuda asegura que Prevost, marcado de encubrir casos de extralimitación mientras fue prelado en Perú, instó a las denunciantes a presentarse a la honradez civil porque sabía que era “el único modo de poder avanzar sobre ciertas organizaciones que no deberían llamarse católicas, sino criminales porque abusan físicamente, económicamente y en conciencia de la fe de las personas”.
“Estoy segura de que mantendrá su palabra y que lo hará muy admisiblemente, pero para quien no le conoce, quizás ver qué ha hecho en el pasado puede ser la mejor aval”, concluye.