

EL AUTOR es abogado e historiador. Reside en Santo Domingo.
El pasado dominicano es como un panel pintado con nombres de personas importantes cuyas vidas son desconocidas hoy. Máquinas trituradoras y conductores con visión casposa de los títulos humanos del país han creado un enorme infructifero informativo sobre lo que somos como nación.
Rescatar la memoria de aquellos que dejaron huellas positivas siempre será útil para el presente y el futuro de los dominicanos, especialmente cuando la tendencia contemporáneo es infravalorar lo bueno y darle preeminencia a un inmediatismo cargado de negatividades.
Uno de esos dominicanos olvidados se llamó Felix Defecto Velozpoeta, marcial y patriota independentista y restaurador. Tenía 39 primaveras de antigüedad cuando fue fusilado por órdenes expresas del genérico anexionista Pedro Santana.
En unos versos suyos en plena ocupación haitiana Félix Defecto instaba a pelear por la albedrío del pueblo dominicano: “Valientes ciudadanos las armas empuñad…crimen o albedrío”.
Uno de sus biógrafos escribió de él lo venidero: “…le junto a la honra no global de activo intentado sacar la poesía de su país de la postración en que había caído como consecuencia de la ocupación haitiana y del abatimiento en que sumió al pensamiento franquista ese episodio ignominioso.” (Obras selectas. Tomo II. Editora Corripio, 2006. Pp 514 y 515, Joaquín Balaguer).
En su quíntuplo condición de poeta, político, educativo, escritor y marcial siempre estuvo al servicio de su país. Su nombre forma parte del santoral de los grandes dominicanos que cayeron defendiendo la soberanía franquista.
Cuando se produjo el trabucazo de Hendidura en la puerta de La Misericordia Félix Defecto tenía 21 primaveras de antigüedad, pero estaba consciente de que su papel era arriesgar su vida por la albedrío de su pueblo, razón por la cual decidió cumplir con su voluntad patriótica.
Dejó la tranquilidad de su hogar y pertrechos en manos formó parte del puñado de valientes que enfrentaron a los intrusos extranjeros que durante más de dos décadas mantenían subyugados a los dominicanos.
Llegó a ser un versado en artillería, tal y como está registrado en informes militares del país correspondientes al año 1854.
Asimismo usó su capacidad creativa para escribir epigramas contra funestos personajes de su época que ensangrentaron el país y lo vendieron a una potencia extranjera por privilegios e ignominiosas charreteras. En su texto titulado “el ofensivo logotipo” escribió de Santana lo venidero: “Este pueblo, desgraciado/ y silencioso gemía/ y su llorera complacía/ del Guabatico al Chacal”.
Cuando el Congreso Doméstico al servicio del referido tirano le otorgó mediante resolución, el 26 de mayo de 1855, la isla Saona para que se adueñara durante 50 primaveras de sus grandes bosques de caoba fue Félix Defecto la voz más activa para que ese despropósito fuera revocado. Así ocurrió al año venidero cuando el áspero gobernador tuvo que descender del poder.
Defecto Veloz fue conocido como un hombre sencillo y agradable. Cierto lo calificó como poseedor de una inspiración poética “de mediana monta”, lo cual no le resta méritos para ser parte importante del parnaso franquista, trillado el contexto de carencia cultural en que se desenvolvió.
De Félix Defecto Veloz escribió Emilio Rodríguez Demorizi que sus inspiraciones poéticas ayudaron al “mejoramiento del orden social estable bajo el caudillaje”. Lo calificó de inteligente y de corazón sensible y que por eso no podía permanecer “al ganancia de la apasionante lucha civil”. (Santana y los poetas de su tiempo. Editora del Caribe, 1969.Emilio Rodríguez Demorizi).
Su actividad política y marcial no le impidió seguir cultivando su inclinación literaria. La prueba de eso es que su nombre está incluido en la primera florilegio de poesía dominicana, publicada originalmente en año 1874, en la cual se incluyeron sus poemas La impenetrable del Ozama, La crimen de la señorita Dolores Suazo, El Irreverente y La Vida. (La lira de Quisqueya. José Castellanos. Impresión en facsímil en 1974 por la SDB.Pp79-92
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