

El autor es periodista. Reside en Nueva York
El orden se vuelve subversivo en aquellos países donde el caos se ha institucionalizado.
Y el clientelismo próximo a la corrupción se disfraza con discursos populistas, entonces intentar restablecer ese orden para apoyar el respeto en el interior de la convivencia pacífica no es trillado como una virtud, sino como una amenaza.
En los barrios, en torres de apartamentos e instituciones, quien exige transparencia se convierte en enemigo, y quien actúa con honorabilidad es linchado públicamente.
Tal como en la Roma antigua; los reformistas, los que advertían sobre la inmoralidad y la decadencia de la sociedad, eran silenciados por unos pocos para apoyar intactos sus privilegios.
República Dominicana, no escapa a esta situación y actualmente quienes intentan encauzar el país alrededor de una civilización de moralidad son víctimas de campañas sucias, orquestadas por intereses que temen perder poder.
La mujer que molesta porque no se calla
Faride Raful encarna esa amenaza para el caos: deje claro donde otros se esconden tras eufemismos.
Fiscaliza donde otros hacen pactos. Promueve la ética donde muchos la usan solo como eslogan.
Desde el Congreso, su voz se alzó contra la corrupción institucionalizada.
Y ahora, desde el Profesión de Interior y Policía, intenta poco todavía más difícil; imponer orden sin autoritarismo y recuperar el principio de autoridad sin caer en el exageración.
Es una delegación titánica, porque implica tocar intereses en barrios, oficinas, torres, en los partidos, en los sectores policiales y empresariales que se camuflaron y prosperaron gracias al descontrol.

La corrupción como sistema de defensa
En la Roma de los últimos cónsules, el Estado se volvió rehén de sus propios burócratas. Quienes intentaban desinfectar las instituciones, como Catón el Pollo o Cicerón, eran tildados de radicales, enemigos de la estabilidad, desleales a su clase, (ir a la historia).
Por consiguiente, la defensa del privilegio siempre ha tenido un rostro sonriente y un micrófono cerca…………
“Es por ello la ridiculez de una interpelación”
“La ridiculez; una interpelación”, ya abre un demarcación productivo: la idea de que lo ridículo no solo es objeto de desprecio, sino además una forma de gustar la atención sobre lo incongruente, lo desviado o lo socialmente incómodo.
En esa itinerario, los eufemismos burlescos son bienes lingüísticos que suavizan o decoran la crítica, pero lo hacen con ironía, con doble sentido, casi siempre desde el humor.
En la República Dominicana del siglo XXI, vemos este patrón repetirse con precisión quirúrgica. No se ataca a quien roba, sino a quien denuncia. No se acosa a quien medra con fondos públicos, sino a quien pide cuentas.
Por ello, la maquinaria de la difamación —desde redes sociales anónimas hasta periodistas con precio— se activa cuando determinado rompe el silencio.
Y hoy, ese determinado tiene nombre y patronímico: Faride Raful.
Papeleo con autocrítica y corrección
A Faride le quieren cobrar caro lo que otros nunca se han atrevido a intentar: corregir desde adentro. Su trabajo al frente del Profesión ha sido atacado con saña, pero los datos muestran avances en regulación de armas, intervenciones focalizadas, control de expendios ilegales, fortalecimiento de las organizaciones barriales, juntas de vecinos, disminución del crimen y la delincuencia.
Usted puede pensar lo qué le dé la deseo…….
Pero esa es la verdad. Y estoy en condiciones de forcejear con cifras lo que escribo en este artículo y comparar mandato por mandato…..
¿Ha habido excesos? Sí. Como en todo proceso de transformación profunda.
Pero a diferencia de quienes encubren o justifican abusos, es la propia Faride quien ha aparecido a descalificar prácticas indebidas, a pedir investigaciones y a respaldar que la ley además se aplique a quienes están bajo su dirección.
Su autoridad no es caprichosa: es procesal y ética. Y esa es la diferencia que muchos no soportan.
Hay una industria instalada convertida en maquinaria del descrédito: fake news, medios pagados y falsos líderes. Lo que evidencia claramente una campaña organizada para destruir su imagen —yo de imagen sé—. Cuentas falsas, bots en redes, manipulación de discursos, recortaduras sacados de contexto, programas de opinión financiados para instalar una novelística de caos y odio.
¿Qué más errata por inventar? Internamente de esta propaganda oscura…..
Porque no se critica la política, se ataca a la persona.
No se refutan argumentos, se vara lodo.
¿Por qué?
Porque Faride representa un maniquí de trabajo que desbarata los negocios ocultos del desorden: control del microtráfico, clientelismo en los barrios, uso de sectores Policiales como mecenas político y la complacencia de empresarios en varias actividades.
La criminalidad es un negocio donde los de en lo alto y los de debajo —todas las clases sociales— son parte del engranaje.
En ese contexto vamos a rememorar estas frases: “La famosa rueda o puerta giratoria”, o que “el sistema político está corrupto cuando el pasta fluye más que los principios”. ( Ralph Nader).
Los que viven del descontrol necesitan desprestigiarla para sobrevivir.
Porque si Faride triunfa en imponer orden con conciencia, muchos tendrán que rendir cuentas.
Conclusión: El efectivo enemigo del país no es quien impone orden, para respaldar los derechos de los demás, sino quien lo sabotea
El debate efectivo no es Faride. ¿Sí o no?
Es si queremos un país regido por leyes, acuerdos de poder o una sociedad donde la autoridad recupere su legalidad sin acogerse al miedo.
O si finalmente nos mantenemos atrapados en ese ciclo donde todo intento de orden es combatido por quienes se lucran del caos.
“Faride no es perfecta. Es, sencillamente, una de nosotros. Pero con el valencia de hacer lo que muchos solo se atreven a pensar.”
La voluntad tiene que ser la de tener una República verdaderamente civilizada para evitar la degradación social … .No es Faride quien está en pleito.
Es la permanencia del país.
Usted elige.
Posteriormente no se queje….!!!!
Jpm-am
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