
Con frecuencia termino con montones de pestañas de navegador abiertas simultáneamente. No siempre es la forma más competente de navegar, pero a veces parece que cerrar todas sus pestañas abiertas es como eliminar parte de su cerebro. De acuerdo, tal vez eso sea un poco excesivo, pero si te encanta amparar las pestañas abiertas, este es el navegador para ti.
El mejor navegador para pestañas
Si regularmente hace malabares con 50, 100 o incluso 200 pestañas abiertas, no está navegando por la web como la mayoría de las personas. Estás construyendo un archivo vivo, un sistema de multitarea, y tal vez incluso una relación de tareas pendientes caóticas, todo internamente de una sola ventana. Pero la mayoría de los navegadores no estaban hechos para ese tipo de carga. Reducen, se estrellan o se vuelven inutilizables.
Ahí es donde Vivildi entra.
Vivaldi se ha convertido en silencio en el navegador de votación para los usuarios de pestañas serios. Mientras que más navegadores principales como Chrome o Firefox comienzan a resollar por flato bajo cargas de trabajo pesadas, Vivaldi parece prosperar. No solo sobrevive a una avalancha de pestañas; Le brinda las herramientas para administrarlas sin perder la persona.
Para cualquiera que haya cambiado de un navegador convencional, la diferencia es sorprendente. Posteriormente de hacer el cambio a Vivaldi, se hizo comprensible ver por qué los acaparadores de pestañas están tan comprometidos con él.
Por qué Vivaldi es ideal para los acaparadores de pestañas
Vivaldi se friso en una idea central: la sobrecarga de pestañas no es un error, es un caso de uso. En empleo de atiborrar más pestañas en una fila estrecha, introduce pestañas y espacios de trabajo que hacen que el desorden de pestañas sea poco del pasado. Puede agrupar las pestañas relacionadas, ocultarlas o colapsar cuando no están en uso, y cambiar entre conjuntos organizados dependiendo de en qué esté trabajando.
Lo primero que noté posteriormente de cambiar a Vivaldi fue lo comprensible que se sintió desplazarse por una larga relación de pestañas abiertas. Mantengo el diseño tieso, acoplado a la izquierda e incluso con cientos de pestañas repartidas en diferentes espacios de trabajo, nadie se siente fuera de magnitud.
El desplazamiento es suave, las etiquetas se mantienen legibles y no hay adivinanzas qué pestaña es cuál. Cuando necesito encontrar poco específico, la búsqueda de pestañas filtra todo en segundos.
Toda la interfaz se siente diseñada para usuarios de suspensión bombeo. El azulejería de pestañas, por ejemplo, le permite ver varias páginas a la vez en una sola ventana. Lo uso constantemente al comparar fuentes o redactar poco basado en múltiples referencias. Convierte lo que solía ser un tedioso hacer clic y en un flujo de trabajo despejado y costado a costado.
Vivaldi además minimiza la resistor del sistema. A través de la hibernación de pestañas inteligentes, las pestañas no utilizadas se suspenden silenciosamente en segundo plano, liberando fortuna sin interrumpir su sesión. Puedes amparar todo destapado sin retribuir el impuesto de rendimiento habitual.
Más que nadie, Vivaldi entiende que las personas usan navegadores de maneras muy diferentes. No te obliga a la interpretación de optimizado de otra persona, te brinda herramientas para dar forma a los tuyos. Si comercio su navegador como un espacio de trabajo mental en empleo de una útil de un solo propósito, Vivaldi se siente menos como software y más como una extensión de su proceso de pensamiento.
Comenzando con Vivaldi
A pesar de sus características profundas, Vivaldi es comprensible de comenzar a usar. Para comenzar, simplemente descargue Vivildi e valor sus marcadores y pestañas desde su navegador presente.
Puede esperar una opción de menú tradicional para importar sus datos, pero en macOS, ese menú no siempre es visible. En su empleo, vaya a Configuración, busque “Importar” y asigne un acercamiento directo a Importar de aplicaciones o archivos. A partir de ahí, son algunas pulsaciones de teclas para traer sus marcadores, contraseñas e historial.
Vale la pena intentarlo de inmediato. Entrar Ajustes > Cortina a la italiana y nominar Erguido En las opciones de diseño de pestaña. Si nunca ha usado un navegador de esta modo, puede sentirse extraño al principio, pero en el momento en que abre su pestaña 37 y aún puede adivinar cada título, hace clic.
El apilamiento de pestañas además es simple. Simplemente remolque una pestaña encima de otro para agruparlos. Una vez apilado, puede nombrar al rama, obtener una apariencia previa de su contenido o incluso azulejería todas las pestañas en ese rama para verlos uno al costado del otro. Es consumado para comparar productos, hacer remisión a artículos o hacer malabarismos con pestañas de investigación sin perderse.

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Otro truco: haga clic con el brote derecho en cualquier pestaña y elija Pestaña hibernada o Pestañas de fondo hibernadas Para liberar la memoria. Vivaldi a menudo lo maneja automáticamente, pero tener control hace la diferencia cuando las cosas se vuelven desordenadas.
Y si eres una persona de teclado, presione F2 (o ⌘ + E en Mac) para desplegar comandos rápidos. Le permite saltar a cualquier pestaña abierta, grabador o comando simplemente escribiendo.
No tiene que usar todas las funciones del primer día. La belleza de Vivaldi es que puedes crecer en él. Comience con las herramientas de pestaña y, a medida que encuentre su ritmo, explore sus otros trucos, como temas personalizados, correo o la VPN de proton incorporada de Vivaldi. Hay mucho debajo del capó, pero nadie de eso está en su camino hasta que esté ligero.
¿Cuántas pestañas puede manejar positivamente Vivaldi?
Decidí presionar a Vivaldi para ver qué podría tomar positivamente. Con más de 300 pestañas abiertas en mi MacBook Air M1, incluida una mezcla de videos de YouTube, páginas web regulares y varias sentadas en la página de inicio, Vivaldi no se estremeció.
No hubo retraso al desplazarse por mis pestañas verticales, ni tartamudeo al saltar entre ellos, y no hay choques extraños o bloqueos. Incluso YouTube jugó sin problemas mientras navegaba por el resto de mi configuración de navegación caótica. Todo se mantuvo sorprendentemente receptivo.
¿Lo único que noté? La Mac se calentó un poco posteriormente de un tiempo, no caliente, simplemente más cálida de lo habitual, pero eso se demora al hacer malabares con cientos de pestañas, especialmente con reproducción de video en la mezcla. Aún así, Vivaldi se mantuvo estable todo el tiempo.
Si “100 pestañas se abren” suena como un martes natural para usted, Vivaldi ofrece. No te molesta levantar, te entrega mejores estantes. Para cualquiera que trate de pestañas como listas de tareas, revistas o simplemente un flujo de curiosidad destapado, Vivaldi no es solo un navegador. Es el único que lo entiende.