
Punta Cana, RD. Emmanuel, agradecido por su carácter discreto y por evitar dialogar sobre su vida privada, ha roto su silencio en torno a la delicada situación de su esposa, Mercedes Teutónico. La mujer con la que lleva 40 primaveras de casorio padece una enfermedad degenerativa que ha ido empeorando su estado de lozanía.
Fue Alexander Acha, el segundo hijo de la pareja, quien inicialmente dio a conocer la difícil situación de su mamá en el software Ocio de Vocesdonde él y su padre participaron recientemente. Sin dar detalles sobre la enfermedad exacta, Alexander explicó que la condición de Mercedes había ido afectando su calidad de vida: «Mi mamá, la mujer que más has amado en tu vida, no está proporcionadamente. Ya hace tiempo una enfermedad nos la ha ido arrebatando poco a poco. Ya no puede hablarnos como ayer, ni caminar a nuestro banda, ni acariciarnos», expresó visiblemente afectado.
La situación se volvió aún más emotiva cuando Emmanuel, durante su billete en el software Martillo de Televisa, confesó que no sabía que se había mostrado un video de su esposa en el software. «Se me rompió el corazón a mí y a mi hijo. Uno de los problemas es que ya no se podía mover, ni insubordinar la mano con esa sonrisa y luego insubordinar el pulgar. Fue un esfuerzo descomunal cerebralmente, fue muy válido, en la vida me imaginé que iba a suceder poco así en el software de TV», relató.
A lo generoso de su carrera, Emmanuel siempre se ha mostrado como una persona reservada en cuanto a su vida personal, y esta vez no fue la excepción. Al dialogar sobre el motivo de su discreción, explicó: «Soy suficiente reservado con mi vida privada porque siempre dije que el actor no la tiene, la poca que tienes, si la dejas ir, entonces te quedas en cero. He guardado para mí muchas alegrías y las tristezas, en este caso es una gran tristeza, por eso se quedan en un silencio», comentó el intérprete de La chica de humo.
Este emotivo evidencia de Emmanuel refleja la profunda tristeza que vive la clan, mientras enfrentan la enfermedad de Mercedes con fortaleza y mecanismo, aunque en medio del dolor por la pérdida continuo de su ser querido.
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