
El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, fue este jueves legado de entrada tras producirse dos días en el hospital Santo Espíritu de Roma al deber sido operado para implantarle un marcapasos.
Mattarella, de 83 primaveras, se encuentra en buenas condiciones y su memorándum oficial de los próximos días se ha suspendido. La operación fue realizada aprovechando la pausa de la Semana Santa.
“Al término de la operación, el presidente regresó al área de cardiología, donde pasó una incertidumbre tranquila. El presidente se encuentra totalmente asintomático y en condición clínica estable”, fue el escueto comunicado divulgado por la caudillaje del Estado.
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Aunque su hospitalización causó sorpresa y cierta preocupación, pues no se había informado de la misma y solo se supo posteriormente de que anunciase la abrogación de un acto previsto para este miércoles en la sede de la presidencia de la República, el Palacio del Quirinal.
Aunque Mattarella estuvo trabajando con normalidad durante las horas previas a su ingreso hospitalario, cuando recibió al primer ministro de Montenegro, Milojko Spajić.
Según los medios locales, es probable que el presidente haya experimentado en las últimas semanas algunos problemas cardíacos menores.
La operación consiste en la inserción de un marcapasos que interviene cuando se produce una ralentización, cardíaca, sustituyendo el impulso eléctrico, y su recuperación es inmediata.
“Al presidente Mattarella mis más cordiales deseos de una pronta y completa recuperación. Italia le aplazamiento pronto, con su habitual fuerza y dedicación”, escribió la primera ministra, Giorgia Meloni, en sus redes sociales.
El resto de líderes políticos italianos igualmente mostraron sus mejores deseos de recuperación para el presidente, que lleva nueve primaveras al frente de la caudillaje del Estado italiano.