
“¿Necesitamos redes sociales de propiedad pública para escapar de Silicon Valley?” pidiendo un artículo de opinión en España El Pais informe.
Argumenta que es necesario porque las plataformas de redes sociales “se han consolidado como como monopolioscon un maniquí de negocio que consiste en violar nuestra privacidad en averiguación de datos para traicionar anuncios … ”
Entre las propuestas y alternativas a estas plataformas, a menudo se ha mencionado la idea de las redes sociales públicas. Imagine, por ejemplo, un Twitter para la Unión Europea, o un Facebook administrado por medios de comunicación como la BBC. En febrero, el primer ministro gachupin Pedro Sánchez pidió “el avance de nuestros propios navegadores, redes sociales públicas y privadas europeas y servicios de transporte que utilizan protocolos transparentes”. El ex primer ministro gachupin José Luis Rodríguez Zapatero, quien gobernó desde 2004 hasta 2011, y el liga de Sumar de izquierda en el parlamento gachupin igualmente ha propuesto esto. Y, en 2021, el ex líder del Partido Socialista Britano Jeremy Corbyn hizo una sugerencia similar.
A primera horizonte, esto puede parecer una buena idea: una plataforma pública no requeriría algoritmos, que están diseñados para estimular la yuxtaposición y la confrontación, siquiera tendría que compendiar información privada para traicionar anuncios. Tal plataforma podría incluso proveer las conversaciones públicas, como lo señaló James Muldoon, profesor de la Escuela de Negocios de Essex y autor de Socialismo de la plataforma: cómo requerir nuestro futuro digital de Big Tech (2022) … Esta podría ser una alternativa que contribuya al pluralismo de la plataforma y se aseguraría de que no seamos dependiente de un puñado de multimillonarios. Esto es especialmente importante en un momento en que somos cada vez más conscientes de que la tecnología no es ecuánime y que las plataformas privadas responden a los intereses económicos y políticos.
Hay otras posibilidades. Más debajo, escriben que “tiene mucho más sentido para el estado volver o colaborar con redes sociales descentralizadas basadas en un software tirado e interoperable” que “permiten la portabilidad de la información y el contenido”. Incluso hablaron con Cory Doctorow, quien dicen “propone que el estado coopere con los sistemas de software, desarrolladores o servidores para plataformas de código destapado existentes, como la red de EE. UU. Bluesky o la firma alemana Mastodon”. (Doctorow agrega que recuperar la independencia digital “es increíblemente importante, es increíblemente difícil y es increíblemente urgente”.
El artículo igualmente reconoce la opción de “iniciativas legislativas, como las leyes antimonopolio, o incluso regulaciones más estrictas que las impuestas en Europa, que limitan o evitan el capitalismo de vigilancia”. (Aunque igualmente figuran que muestran a los gigantes tecnológicos de EE. UU. Tienen uno de los grupos de gestión más grandes de la UE, siendo Meta el mejor dilapidador …)