
El economista Haivanjoe NG Cortiñas calificó este martes como una medida “tardía y poco prometedora” la intrepidez de la Congregación Monetaria de autorizar al Mesa Central de la República Dominicana (BCRD) a liberar RD$81 mil millones del encaje permitidocon el objetivo de estimular el crédito con destino a sectores productivos como la construcción, agropecuaria, manufactura, exportación y Mipymes, a una tasa de interés de hasta un 9 % anual y plazos de hasta dos abriles.
La medida fue tomada el pasado 13 de junio por la Congregación monetaria, en respuesta a un contexto internacional impresionado por entrada incertidumbre y tensiones geopolíticas, así como por la moderación del crédito y el ascenso de las tasas de interés a nivel nave.
Según el Mesa Centralel software exploración aumentar la solvencia del sistema financiero y apoyar la recuperación del crecimiento crematístico, en un entorno donde las proyecciones de inflación se mantienen interiormente del rango meta de 4 % ± 1 %.
En tanto, para Cortiñas, la energía llega con retraso, al señalar que la hacienda dominicana empezó a mostrar signos de encogimiento desde el clausura del primer cuatrimestre del año donde el crecimiento del PIB se ubicó en al punto que 2.5 %, muy por debajo del 4.0 % registrado en 2024.
Añadió que, hasta mayo, la cartera de préstamos solo creció un 8 %, mientras que la tasa de interés activa se mantiene en torno al 15 %, lo que limita la expansión del crédito.
El economista todavía destacó que el nivel de solvencia ha sido uno de los más bajos del año.
“Al 11 de junio, el medio circulante al punto que superaba los RD$805 mil millones, cuando debió rondar los RD$860 mil millones si se hubiese cumplido con la proyección del software monetario de crecimiento del 8 %. Lo registrado fue de al punto que un 5.4 %”, explicó, señalando que esto ha afectado directamente el dinamismo de la hacienda.
Cortiñas advirtió que, aunque el Mesa Central exploración reactivar el crédito, la coyuntura internacional flagrante —especialmente el conflicto entre Israel y vano y el ascenso del unto por encima de los US$74 el barril— podría traducirse en presiones inflacionarias externas.
“Flexibilizar la política monetaria en este momento, sin una demanda interna sólida, puede provocar presiones inflacionarias internas todavía”, alertó.
El economista destacó que, de no medirse correctamente los posesiones de esta permiso de medios, podrían generarse nuevas tensiones sobre las tasas de interés y el tipo de cambio.