
Desde hace primaveras, muchas personas vienen acariciando la idea de convertir la zona de Naranjo Dulce Hacia lo alto, en un espacio con las condiciones para desarrollar el ecoturismo como principal fuente de incremento para sus habitantes y para los que allí desarrollen sus proyectos, donde por otra parte se debe incluir el tema agropecuario y forestal.
Una condición indispensable para conquistar ese sueño, es la construcción de la carretera Naranjo Dulce-Río San Juan.
Las actuales autoridades y las anteriores, saben del potencial de la zona, y que la misma posee atractivos que la podrían convertir en un destino, no solo para turistas criollos y extranjeros, si no, para inversionistas, lo que traería un incremento integral de la misma.
“La zona de Naranjo Dulce Hacia lo alto es nuestro Jarabacoa”, me dijo el ex diputado Yille Fernández, durante una entrevista en mi software de televisión.
Y es así.
Lamentablemente, la referida y ansiada obra, no está en los planes del presidente Luis Abinader.
El presente mandatario culminará el 16 de agosto del 2028, dos periodos constitucionales de forma consecutiva, y hasta ahora, en materia de obras de infraestructura podría quedarle a deber a San Francisco de Macorís y a la provincia Duarte, muy a pesar del esfuerzo de las autoridades locales para que se construyan las mismas, y nos referimos a la terminación del Hospital Regional de Especialidades, la avenida de Circunvalación y la Cañada Vasto, entre otras.
Muchos dudan que la presente empresa culmine en su totalidad esas obras, a pesar de que faltan más de tres primaveras para la terminación del mandato presidencial.
Pero volviendo a la carretera Naranjo Dulce-Río San Juan, a pesar de que tenemos una Ley impulsada por el senador Franklin Romero que declara a la provincia Duarte como ecoturística, eso no ha servido de mucho-hasta ahora- porque ni siquiera el ministro de Turismo, David Collado, se ha referido a ese tema.
El productor agropecuario César Taveras, me comentó que el presidente Luis Abinader le dijo que no había parné acondicionado para la ejecución de esa obra, lo que necesariamente nos lleva a la conclusión, de que el sueño de tener esa carretera, es un sueño desvanecido.
Viendo, así las cosas, muchos nos preguntamos, por qué a los gobiernos que hemos tenido le cuesta volver en la ciudad del Jaya y en la provincia Duarte, las obras que en realidad necesitamos para alcanzar longevo incremento.
Será que aquí nos pasaremos los primaveras en medio de reclamos de los grupos populares, y el esfuerzo de los funcionarios públicos locales de intentar demostrar que están trabajando y que “estamos avanzando”.
No pocos están cansados de este panorama, y los políticos lo saben….
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