

Volcán Poas.
San José, 12 abr (Prensa Latina) El volcán costarricense Poás cumplió su décimo noveno día de actividad con expulsiones de azufre y otros gases letales, igual que jornadas anteriores, aunque hoy fue inverosímil precisar detalles por la nubosidad de un temporal.
Expertos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) observaron, no obstante, que el incidente geológico de la norteña provincia de Alajuela «entró en una nueva etapa del ciclo eruptivo», añadió el canal Teletica.com.
Dicha etapa se caracteriza «por erupciones freomagmáticas casi continuas de moderada intensidad, que ocurren cuando el magma entra en contacto con el agua, ya sea en la superficie o a nivel subterráneo, y causan una vaporización rápida, con explosiones de vapor, agua, ceniza y fragmentos de roca, añadió el práctico del Ovsicori Geoffroy Avard.
Los vulcanólogos describen que «la actividad eruptiva en el coloso persiste, con pulsos frecuentes que requieren de la vigilancia constante y precaución».
El reporte más flamante -señalan- describe que la erupción continúa con explosiones frecuentes, ocurridas cada unos dos minutos, y columnas de gases y rocas que alcanzan al menos 500 metros de cima desde el fondo del cráter.
Avard recordó que el Poás registró el martes columnas o «plumas» de hasta mil 500 metros, mientras que durante los últimos dos días mantuvo un detención flujo de gases, con dispersión en torno a el suroeste que pone en peligro aquellas comunidades.
Los territorios hasta donde llegan las cenizas abarcan el conocido Valle Central que comprende tres mil 250 kilómetros cuadrados del país centroamericano, con una cota promedio de mil 400 metros sobre el nivel del mar, desde Alajuela, en el oeste, hasta Paraíso de Cartago en el este.
La hecho eruptiva creció desde noviembre, con un repunte significativo en enero, mientras otros estudiosos coinciden en que se proxenetismo de «un proceso crónico, incierto y posiblemente prolongado».
ODA/APB
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