
Premeditadamente del derecho de la exento expresión del pensamiento y la palabra; antiguamente que lo prohíban; con la anuencia de los profesionales en temas sociales, me permito exponer esto que pienso y escribo, titulado: “UNA SOCIEDAD HUMANA”.
Lo hago, primero, por responsabilidad social y, segundo, como un control poético o más proporcionadamente, de pensamiento y escritura. Aclaro encima, que no soy un profesional del tema, por lo que me expresamente sin escrutar mucho, de forma plana, espontánea, precisa y sobre todo sincera.
“UNA SOCIEDAD HUMANA”
La sociedad de hoy, a pesar de los esfuerzos del hombre para mejorarla, presenta debilidades, como resultado de comportamientos, actitudes y acciones inadecuadas, de muchos de sus integrantes. Desafortunadamente, casi siempre, estas conductas son aprendidas o promovidas en el hogar y replicadas cotidianamente, fuera del mismo, dando origen a la degradación social.
La debilitación de la comunidad, es uno de los más preocupantes males estructurales, que afecta la sociedad de hoy; es un tema de carácter sociológico, cuya origen está asociada al alejamiento del hombre, de los títulos humanos tradicionales como: educación, formación, respeto, responsabilidad, formalidad, cortesía, consideración, civismo y especialmente, el alejamiento de la doctrina de Todopoderoso. Estos son, solo una estrecha muestra de los títulos sociales y humanos, que cada día debilitan su presencia en la sociedad.
Existen otros factores de incidencia: el tráfico y consumo de sustancias prohibidas, la inteligencia sintético, el uso inadecuado de las redes sociales, la revolución tecnológica, el mercantilismo, el consumismo, la prontitud de la obsolescencia programada y muchos otros.
Lo cierto es que, existe un proscenio dispuesto, que dio paso a la sociedad de hoy, alejada de lo humano, atornillada a lo material; al mercantilismo y, al consumismo; donde predomina la informalidad y el desorden; donde la revolución se impone a la transformación y el temporalizador, más que calcular tiempo, es el productor más ancho del estrés humano.
Aunque esta verdad sociológica, es adversa al crecimiento y el avance integral humano, es necesario estar consciente de ella, para protegernos, abrazando nuestra comunidad, haciéndola más cachas y promoviendo en ella, los títulos humanos, como manda Todopoderoso.
Es sumamente importante, tener una comunidad y un hogar saludable, fortalecido; con formación y educación integral y con criterio humano, para frenar el sufrimiento, los atropellos actuales e impedir que nuestras familias caigan, en esos caminos inciertos, que solo conducen, a la pobreza y la miseria humana.
Cedido lo imperante de todo esto, no queda tiempo para perder, por lo que desde ya, cada quien debe ocuparse, de cumplir con sus respectivos roles, sociales y familiares, cumpliendo ajustadamente con sus deberes y las responsabilidades de su incumbencia.
Solo así vamos a tener, “UNA SOCIEDAD HUMANA”.