
En un paso renovador en torno a la tecnología sostenible, los científicos de Suiza han desarrollado una acumulador de hongos. Es una fuente de energía viva totalmente biodegradable hecha casi por completo de materiales naturales. En puesto de recargarlo con electricidad, le da nutrientes y agua. Y funciona.
Para 2030, se paciencia que el mundo genere 75 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos. La mayoría de las baterías de hoy contienen metales tóxicos y componentes sintéticos, que son difíciles de reciclar y dañinos para el medio medio ambiente. Por eso los investigadores en PeroInstituto de Ciencias de Materiales de Suiza, recurrió a Hungi como una fuente de energía alternativa.
Su innovación no es solo inteligente; Asimismo es potencialmente transformador. Esta nueva acumulador de hongos es compostable, no tóxica y está hecha de celulosa, cera de abejas y fermento. El diseño utiliza dos especies de hongos: Saccharomyces cerevisiae (un tipo de fermento) y trametes pubescens (un hongo de rotación blanca). Adentro del ánodo de la acumulador, la fermento descompone el azúcar y libera electrones.

Estos electrones viajan al cátodo, donde las enzimas del hongo de la rotación blanca ayudan a completar el circuito y generan una corriente eléctrica. Por otra parte, la acumulador se cultiva fielmente usando tinta impresa en 3D hecha de celulosa, materiales de carbono y las propias células fúngicas.
Los hongos se desarrollan directamente internamente de la estructura, sostenidos por nutrientes integrados en el material. Luego de la impresión, la acumulador tarda solo unas pocas semanas en volverse completamente sencillo.
Una acumulador de hongo único genera entre 300 y 600 milivoltios y puede funcionar continuamente durante varios días. Cuando cuatro de ellos están vinculados, pueden procurar dispositivos pequeños como sensores ambientales por hasta 65 horas.
Oportuno a que se pueden acumular secos y solo deben activarse con agua y nutrientes, son ideales para su uso en áreas remotas, agricultura o aplicaciones médicas donde las baterías tradicionales se quedan cortas.
Por supuesto, esta acumulador de hongo todavía está en sus primeras etapas, pero representa un cambio prometedor en torno a la electrónica sostenible. Los investigadores ya están experimentando con diferentes hongos para aumentar el poder y extender la vida útil del estante. Hemos gastado otros usos de hongos en proyectos innovadores en los últimos primaveras, incluido un sistema de azulejo que se asemeja a la piel de elefante.