
EFE.- La asamblea municipal de Nueva York presentó una demanda este martes contra su corregidor Eric Adams por suceder acreditado el regreso del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) a las instalaciones de la prisión municipal de Rikers, la más ilustre de la ciudad, donde habían salidos sus oficinas hace diez abriles, y piden al tribunal que detenga esa obra “de inmediato”.
La asamblea legislativa, de mayoría demócrata como el mismo Corregidor de Nueva York, pidió a la Corte Suprema de la ciudad una orden de restricción temporal y una medida cautelar para impedir que ICE broa su oficina en ese centro penitenciario, donde operó durante 20 abriles hasta su salida en 2014.
Reclaman en su demanda que la orden ejecutiva no. 50 que autoriza a ICE a tener una oficina en Rikers “es ilegal” y aseguran que alega a un supuesto acuerdo entre Adams y la Establecimiento del presidente Donald Trump para que se retiraran los cargos de corrupción en su contra a cambio del regreso a la prisión de la agencia de inmigración.
La orden ejecutiva del 8 de abril fue emitida por el vicealcalde Randy Preceptor, luego de que Adams delegara en él toda la responsabilidad concerniente con ese tema.
Según el Concejo, la ley de la ciudad “es clara” en cuanto a que el corregidor “no puede remediar el conflicto de intereses (que tiene con la Establecimiento Trump) simplemente delegando en Preceptor su autoridad para desplegar una oficina de ICE”.
Reunión con el zar fronterizo
En el 2014, Adams fue inculpado por la fiscalía federal por cargos de corrupción, anunció el pasado febrero que la oficina de ICE volvería a Rikers, tras sostener una reunión con Tom Homan, el zar de la frontera, y fue su primera obra luego de que el Gobierno de Trump retirara los cargos en su contra, siendo una valentía muy criticada por grupos proinmigrantes.
Durante el tiempo en que ICE estuvo en Rikers, pedía que se mantuviera presos temporalmente a inmigrantes -a veces durante meses- posteriormente de sus fechas de libramiento programadas, mientras investigaban su status migratorio, lo que llevó a muchos a procesos de deportación.
“El ‘precio de importación’ que se acordó de antemano y ahora se ofrece, es la seguridad y el bienestar de las comunidades inmigrantes y de todos los neoyorquinos cuyos derechos están protegidos por las preciadas leyes santuario de nuestra ciudad”, indica la demanda, que además incluye a Preceptor y al Unidad de Corrección.
Por TF