
Cada mañana se renuevan sus bondades. ¡Muy holgado es su fidelidad! Lamentaciones 4.23
Las experiencias que vivimos no son en vano; Altísimo las permite para hacernos reflexionar y estudiar. A través de ellas, Él nos muestra qué caminos debemos tomar y cuáles evitar, para no retornar a caer en los mismos errores que un día nos llenaron de dolor y aflicción.
No podemos cerrar los luceros ni acreditar nuestras acciones. Es necesario encargarse con humildad la responsabilidad, reconociendo que hay áreas en nuestras vidas que necesitan ser transformadas por el poder de Altísimo.
Cada día, el Señor nos regala una nueva oportunidad para comenzar de nuevo. ¡Qué maravilloso es asimilar que en su aprecio podemos levantarnos y caminar en dirección a un futuro harto de esperanza! No despreciemos su llamado ni su dirección, porque en obedecer su Palabra está la fianza de una vida plena, sin fracaso y llena de su paz.