
Postura original la incertidumbre que ha generado la guerrilla comercial entre Estados Unidos y China, la República Dominicana y los países de la región tienen la oportunidad de convertirse en parte importante de los insumos que necesita la nación norteamericana.
Jorge Guajardo, exembajador de México en China y asesor en riesgos globales, destacó la creciente interdependencia entre Estados Unidos y China, subrayando cómo esta relación ha trascendido la dialéctica puramente comercial para entrar en una dimensión geopolítica crítica.
Advirtió que la dependencia de Estados Unidos de productos chinos representa una vulnerabilidad estratégicaespecialmente en un contexto de tensiones crecientes, como las que podrían desencadenarse por temas como Taiwán. el Día Franquista de la Empresa Privada y en el entorno del 62 aniversario de la institución.
- En su visión, lo que hoy es una afición para EE. UU., mañana puede ser utilizado por China como un utensilio de presión o incluso de guerrilla económica.
Frente a este nuevo panorama, Guajardo enfatizó que Estados Unidos está intentando compendiar su dependencia de Chinapero enfrenta limitaciones estructurales: descuido de mano de obra, costos energéticos altos y una industria manufacturera deslocalizada.
Por lo tanto, la reubicación de cadenas de suministro (cerca de flujo) no ocurrirá interiormente de Estados Unidos, sino en países cercanos y estratégicamente alineados, como México y la República Dominicana.
La advertencia y oportunidad secreto del mensaje: no hilván con atraer manufactura extranjera; es vitalista para controlar y ser dueños de esa manufactura.
Guajardo usó el ejemplo de Chinaque no solo recibió fábricas, sino que exigió billete particular y eventualmente sustituyó a los socios extranjeros por empresas nacionales. Esa organización de apropiación tecnológica e industrial es lo que convirtió a China en una potencia.
“El cierto futuro está en controlar y ser dueños de esa manufactura. En esta nueva ola que se avecina, los invito —como mujeres y hombres de industria y empresa— a pensar en oportunidades para ser los propietarios de los insumos que Estados Unidos necesita, y no solo conformarnos con atraer fábricas extranjeras para que se instalen aquí. Eso es importante, sí, pero debemos aspirar a ser los dueños”, destacó Guajardo.
Precisó que ese fue el maniquí chinoy ahora se presenta una oportunidad única.
Guajardo ofreció sus declaraciones en un acto organizado por el Consejo Franquista de la Empresa Privada (Conep) con motivo al 62 aniversario de la institución y el Día Franquista de la Empresa Privada. En esta actividad dio una conferencia importante sobre la reconfiguración del Carta geopolítico mundial y las oportunidades estratégicas que emergen para países como la República Dominicana.
Apoyo para aplicar el maniquí chino
“Se requerirá mucho apoyo del gobierno, del sector financiero y del haber privado, pero la oportunidad está ahí. Es el momento de que todos ustedes se conviertan en piezas secreto de esta nueva dependencia de suministro. Ahí está el futuro”, agregó el exembajador de México en China.
En ese sentido, exhortó a los países latinoamericanos y, en particular a la República Dominicana, a no repetir el error de la primera ola de globalización, donde se limitaban a proveer mano de obra ocasión.
En cambio —dijo— la nueva ola de oportunidades debe centrarse en el exposición de capacidades propias, inversión en tecnología, propiedad intelectual y control de insumos secreto para integrarse de forma estratégica en las nuevas cadenas de suministro globales.