
Santo Domingo. – A raíz del colapso del techo en la set de chorro de discoteca de Santo Domingo que dejó un saldo de 231 muertos y más de 180 heridosel Gobierno dominicano reconoció este lunes la existencia de un “malogrado admitido” en materia de supervisión de infraestructuras, al amparar que la constitución coetáneo no contempla la obligación de fiscalizar obras levantadas por el sector privado.
«Hay un malogrado en lo que respecta a la supervisión obligatoria de las obras privadas, no hay esa obligación, por lo que tenemos que tomar medidas especiales como la creación de un esquema de ley que corrija esa situación (…), hay un malogrado que tenemos que solucionar», dijo este lunes el presidente dominicano, Luis Abinader.
En su habitual rueda de prensa de los lunes, Abinader afirmó que el Gobierno y el pueblo dominicano esperan que se haga «equidad» en cuanto a la responsabilidad del desastre, aunque acto seguido su asesor procesal, Antoliano Peralta, indicó que «nadie puede prever el curso» que tome un proceso legislativo y recordó que la Honestidad tiene un protocolo propio visible al Poder Ejecutor.
La orto del martes pasado el techo de la discoteca Jet Set se desplomó sobre las centenares de personas que disfrutaban de una fiesta amenizada por el merenguero Rubby Pérez, quien perdió la vida en el división, al igual que uno de sus músicos.
De las 231 víctimas, 221 murieron en el mismo restringido -entre ellas el exlanzador de Grandes Ligas Octavio Dotel, la gobernadora de Montecristi (noroeste del país), Nelsy Cruz, y el diseñador Martín Polanco- mientras que otras 10 han fallecido en centros de vitalidad.
Investigación técnica y fiscal
Abinader enfatizó que la Oficina Franquista de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) ha cedido principio a un estudio para determinar las causas técnicas de la tragedia, «ya que el Gobierno y la población lo requieren».
Onesvie retraso que en unos tres meses haya resultados sobre lo ocurrido en Jet Set, que ya en 2023 sufrió un incendio parcial en sus instalaciones.

Según informó esta entidad en sus redes sociales, en la investigación trabajan dos equipos de ingenieros, uno de ellos encargado de los levantamientos de restos y otro con las piezas «para luego reproducir el edificio como estaba, hacer un maniquí igual, para seguidamente ponerle toda la carga que tenía en el techo, entre otras cosas», de acuerdo con el director común de la Onesvie, Leonardo Reyes Madera.
Por su parte, la Procuraduría Común de la República (PGR) dominicana ha hendido una investigación, como confirmaron este lunes a EFE fuentes del Tarea Manifiesto.
Las fuentes agregaron que la procuradora común de la República, Yeni Berenice, instruyó a la Dirección de Persecución y a la Fiscalía de la hacienda dominicana para que lleven a lengua las pesquisas correspondientes.
En relación a esto, una de las hijas de Rubby Pérez, Zulinka, anunció que demandará a los propietarios del establecimiento al considerar que hubo negligencia.
Solidaridad y apoyo
El corregidor de Nueva York, Eric Adams, ofreció este lunes en Santo Domingo todo su apoyo a República Dominicana tras el derrumbe en la discoteca, un suceso que ha hecho que su corazón esté «completamente roto».

«Voy a ofrecer mi protección, hacer todo lo posible para precaver que poco así suceda de nuevo», afirmó Adams, quien expresó el simpatía y la solidaridad de su ciudad con República Dominicana, para añadir: «No solo soy el corregidor de Nueva York, soy tu hermano, y tu hermano está de desdicha contigo y sufre contigo».
Adams, de visitante en Santo Domingo, acudió este lunes al restringido noctámbulo, donde se paró en presencia de las velas que depositan a sus puertas los dominicanos, contempló fotografías de las víctimas y leyó algunos de los mensaje dirigidos a ellas, antiguamente de ingresar al interior de lo que queda de la discoteca.
Un división que, tras lo ocurrido, algunas instituciones y legisladores han solicitado al Poder Ejecutor que se declare de utilidad pública para construir en sus terrenos un instancia al que las familias de las víctimas y la población en común puedan personarse a recordarlas.