EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

El presidente de la República ha poliedro sobradas muestras de interés de que el tema haitiano se mantenga como prioridad franquista (en el ámbito del conjunto de problemas que aquejan a los dominicanos), conforme a las estadísticas que ofrecen los estudios de opinión.

En un examen de objetividad no se puede sujetar méritos a la situación del vecino país y a las eventuales repercusiones que podrían generarnos a corto y mediano plazos.

Sin incautación, de acuerdo a las prerrogativas del Poder Ejecutor, que aparecen en el Art. 128 de la Constitución, el presidente está tomando las medidas que él estima necesarias en apego a la Ley 285-04.

Desvío de atención

Por lo menos en estos momentos no hay motivos de sobresalto sobre ese caso, lo que podría arrostrar a pensar en el propósito de la manipulación y desvío de atención sobre la tragedia de Jet Set, los apagones, la inseguridad ciudadana, la corrupción pública y la impunidad, la inflación de los productos de la canasta frecuente, los abusos de la Barrick Gold y su contaminante presa de colas, entre otros.

Nuestro patrón de Estado ha sido tan astuto que ha acabado envolver a líderes de concurso, como Leonel Fernández y Danilo Medina, en un tema que podría durar lo que le resta de gobierno ocupando los principales espacios periodísticos y redes sociales.

Esa es una leída, pero la otra podría ser tan o más importante inclusive. Consiste en un acercamiento amistoso y obtener apearse la hostilidad de la concurso mediante la pose teatral de la humildad, el presidente que “audición” y búsqueda de consenso franquista. Un buen adiestramiento.

El diálogo en torno al tema haitiano continuaría(va para derrochador) y los líderes de la concurso muestran complacencia. A posteriori del día 14 demayo, plazo de la reunión, en el Ocupación de Defensa, ni a Leonel ni a Danilo se les ha manido dirigir ataques contra el Gobierno, lo que hace colegir que Abinader ya está ganando.

“Tanta cortesía me confunde”, suelen aseverar los dominicanos. Sencillamente se comercio de una comportamiento propia de un hombre que ya no puede optar por otro período presidencial, entiéndase para el 2028, pero que aspira a la tranquilidad una vez esté fuera del poder.

PRM

Resulta sospechoso que el presidente Abinaderno esté apoyando a ningún de los denominados presidenciables del PRM. Se pensó que auspiciaría a Raquel Peña, vicepresidenta de la República, pero hasta el momento no ha habido falta de eso, mientras David Collado continúa encabezando las encuestas y Carolina Mejía sigue exhibiendo decano dominio de la estructura del PRM.

Es difícil establecer la táctica de Luis Abinader. En política, en ocasiones, se producen errores de cálculo, como en objetivo le ocurrió a Salvador Jorge Blanco, que en 1986 no apoyó a Jacobo Majluta, candidato de su partido, y designó una inconstitucional comisión de notables, encabezada por el cardenal López Rodríguez, que proclamó a Balaguer campeón ayer de que la JCE lo haga, pese a que hubo 80 mil votos observados que no se revisaron nunca, los cuales hubiesen poliedro triunfo al candidato del PRD.

Una vez proclamado Balaguer como campeón, Jorge Blanco (QEPD) giró múltiples visitas al líder reformista a su residencia de la Mayor Gómez 25, para hacerse “amiguito” y respaldar tranquilidad una vez fuera del poder. Pero el presidente “electo” se dio cuenta que ese hombre, en el fondo, lo que tenía era miedo. Una muestra está en que se hizo flanquear de una hija, que contraería desposorio, para que el arcaico la aconseje. ¿Puede hado aconsejar sobre ese tema algún que nunca se casó ni tuvo pareja formal?

Solo hizo Balaguer tomar posesión para descargar una persecución sin precedentes, que arruinó para siempre la carrera política de Jorge Blanco, quien había cometido un error de cálculo al no apoyar a Jacobo Majluta.

Todavía desidia un derrochador espacio por recorrer de aquí al 2028, pero genera suspicacias que Abinader, al día de hoy, no esté apoyando a nadie en el PRM y procure un acercamiento con la concurso, bajo el pretexto del peligro haitiano, que, de ser cierto, de todos modos se están tomando las 15 medidas que el patrón de Estado anunció a la nación.