
Las auditorías de la Cámara de Cuentas que revelan alarmantes irregularidades financieras en los ministerios de Hacienda e Industria y Comercio, así como en el Inaipi, en el período 2016-20, se prestan a muchas interrogantes.
Loss supuestos escándalos se habían investigado casi desde los mismos inicios de la designación de la coetáneo procuradora Yeni Berenice Reynoso como directora de Persecución, pero el proceso cayó en una suerte de corona.
El coetáneo ministro de Industria y Comercio, Víctor Bisonó, había denunciado alegadas anomalías en las operaciones con el Lado de Reservas para mercar el coetáneo edificio de la entidad, sin que se tomara ninguna atrevimiento.
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Salen ahora a relucir con la instalación de nuevos miembros de la Cámara de Cuentas, lo que plantea que los exámenes habían sido bloqueados o retenidos por el organismo.
Pero si las auditorías que revelan supuestas irregularidades solo en Hacienda por más de 41 mil millones de pesos eran necesarias para la intervención del Profesión Notorio se supone que no habría pretextos.
A pesar de las conjeturas las supuestas irregularidades tienen que aclararse, por el admisiblemente del patrimonio divulgado.