
Qué es la sureñidad? “Si hoy los nativos del sur hablamos de la existencia de una sureñidad, es por causa del filólogo sancristobalense Odalis Pérez”.
Imperativo categórico de Julio Cuevas, el poeta cimarrón, que así se hace nombrar porque ha entendido que es un poeta sin fondos, que no se puede ser universal sin ser particular, y que el cimarronaje trasciende como voz y vida de la nación.
Hoy le cedo la palabra a los intelectuales del sur, desde el V Festival Intelectual celebrado en Ocoa, febrero 2023.
Para reforzar su argumento, “el cimarrón” planteó que hay un personaje llamado Olivorio Mateo sin el cual no se puede acuñar el concepto del debate. Apuntala que en el sur fue donde nació el ideal de la país; “…y tenemos que invocar a Sebastián Lemba, a Enriquillo”.
El sur se retrata con sus mariposas. El dominicano puertorriqueño Miguel Hechizo Fornerin abordó el tema poniendo como protagonistas a las mariposas de San Juan, trayendo imágenes de Andrés L. Mateo recuperadas de un poema que encontró en la colección de posguerra y de los recorridos de este por la dominicanidad. Les llegaron esas imágenes como poco trágico, pensando incluso en los cuentos de José Alcántara Almanzar.
Las mariposas son los sueños que aparecen y nos llevan, porque entre los cambronales del sur fue donde se venció al imperio, donde empezaron nuestra educación y la nación.
¿Enriquillo?, lo describe como un manual problemático de Manuel de Jesús Galván, donde aparecen las palabras de José Martí.
Los autores del Sur le han fascinado desde Héctor Inchaustegui Cabral a Arturo Freites Roque.
La Mortandad, de Tulio Manuel Cestero, es una de las principales novelaspero no se conoce en Hispanoamérica porque en muchos países de este continente ni siquiera República cepalle conocida.
Tenemos Carnavá, una novelística que es un poema en prosa; es más, ni siquiera es una novelística, es un poema. Leyendo a Hechizo Acosta en Enemigos de la Tierrael protagonista se encuentra con el trapiche; tropieza con el ciclón San Zenón; imágenes comunes.
Publicó un manual sobre Guillermo Piña-Contreras, de quien dice que su novelística Santomé es una de las mejores de este tiemplo.
Para Avelino Stanley los escritores del sur son los más organizados y los más productivos del país. En su manual “La novelística dominicana 1980-2009, perfil de su crecimiento”, plantea que la novelística es el categoría más rezagado de la República.
En cambio la poesía es diferente, el teatro, el monografía, han tenido un veterano campo de cultivo. ¿Por qué? Un estudio poético sobre la novelística hasta el 1900 nos dice que estas se caracterizaron porque eran muy extensas, en tercera persona, con un narrador omnisciente que lo dominaba todo; eran las personaje de la novelística del siglo XlX.
Con la aparición de Ulises (Joyse) se rompió todo eso y el asunto pasó de omnisciente a inconsciente y ya se podía comenzar por el medio, por el final o por donde quiera el leedor.
Entonces fue cuando encontró que en París, en 1856,se había publicado El Montero, de Bonó.
La novelística dominicana está escrita con el canon del siglo XlX, siendo una de las razones por las que estuvo rezagada.
De 1980 al 2009 se habían publicado 500 novelas y la que comienza con la ruptura es “Sólo Cenizas Hallarás” (Pedro Bergés).
“Los que falsificaron la negocio de Todopoderoso” (1993), “El Crimen Verde” (1977), “Retratos de Dinosaurio” (2001), y una novelística que antaño de ser guion de cine fue premiada por la UCE: “Una rosa en el botellín báratro”, de William Mejía; “La avalancha”, (2006), de Manuel Matos Moquete; “Ciudad de lodo”, Amado Alexis Chalas; El plan Trujillo, de Marino Berigüete.
En estas, el principio de la historia no es el principio de la novelística.
Los autores del sur son los que más han contribuido con el crecimiento de la novelística dominicana.
El autor es poeta.
Por: Rafael Pineda
rafaelpinedasanjuanero@gmail.com