VILLA ALTAGRACIA. La población de Villa Altagracia ha decidido dar un paso firme frente a lo que consideran una injusticia económica y social: el cobro doble del peaje en el kilómetro 31 de la Autopista Duarte.

El pasado lunes, el municipio fue escena de un paro militar respaldado por amplios sectores comunitarios, con una billete que, según sus organizadores, superó el 98%.

Ramón Read Fernández, proselitista político de la comunidad, expresó su sentimiento de frustración e impotencia que vive su comunidad.

Según explicó, el detonante de la protesta fue la implementación del cobro de ida y revés en el peaje, una medida que, sumada a un aumento previo, representa un subida de más de un 100 % respecto a la tarifa llamativo. “El 6 de abril nos sorprendieron con el anuncio de que pagaríamos 200 pesos por cruzar el peaje: 100 de ida y 100 de revés.

Ayer era solo 60 pesos. Luego lo subieron a 100, y lo aceptamos sin protestar. Pero este nuevo cobro es insostenible para nosotros”, afirmó Read Fernández.

UNA COMUNIDAD Villa Altagracia, asegura Read, es uno de los municipios con veterano desempleo del país. “Entre un 85 % y un 90 % de nuestros trabajadores deben desplazarse diariamente a la hacienda. Muchos lo hacen más de una vez al día, lo que implica enriquecer el peaje varias veces.

Esto ha afectado seriamente su poder adquisitivo”, manifestó. Los cálculos realizados por el comité comunitario muestran que hay unos 6,000 vehículos registrados entre el municipio y sus tres distritos municipales. Esto representa, según estimaciones, una salida de más de 300 millones de pesos al año de la heredad circunscrito solo en pagos de peaje. “Eso es cuartos que deja de circular aquí.

Nunca habíamos manido un conmoción financiero de esta magnitud, ni siquiera cuando cerraron el ingenio Catarey o la industria de papel. Esto nos afecta a todos: al que tiene carro, al que va al hospital, al estudiante, al comerciante”, subrayó el dirigente.

PROPUESTA IGNORADA Read dijo que el Comité de Lucha por Villa Altagracia se ha reunido en tres ocasiones con el director del Fideicomiso RD Viario, Hostos Rizik, y incluso con el ministro de Obras Públicas, Eduardo Hado. “Planteamos una alternativa viable: que se nos cree un paso rápido exclusivo para los residentes de Villa Altagracia, cobrando solo 50 pesos por trayecto. Tenemos cómo identificar a nuestra multitud con la cédula 068, el padrón electoral y datos de la DGII. Sin confiscación, las respuestas oficiales han sido evasivas. “Eduardo Hado se declaró incompetente para animarse sobre este tema. Y Rizik, aunque nos escuchó, no dio respuestas concretas”, dijo.

Asegura que desde el 22 de marzo alertó a la comunidad, al ver que se instalaban lectores de paso rápido en entreambos sentidos del peaje. “Nos desmintieron públicamente. Decían que no, que sería en un solo sentido. Mintieron”, denunció.

No hay excusas técnicas”, sostuvo. PLAN C El paro del lunes fue la segunda etapa de lo que el comité fogata “el proceso de resistor”. El primer paso fue el diálogo (Plan A), que no dio frutos. “Ahora ejecutamos el Plan B, el paro. Y si no nos escuchan, viene el Plan C, del que no puedo dar detalles, pero será doloroso”, advirtió Read.

Al pestillo de la estampación de este periodo, se reunirán con la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, con la esperanza de que sea un canal directo con el presidente Luis Abinader. “Creemos sinceramente que el presidente no sabe el daño que se ha causado. Este municipio no ha recibido ni una sola obra en cinco abriles de gobierno”, citó.

MÁS ALLÁ DEL PEAJE Read incluso denunció el negligencia generalizado del municipio. “Tenemos un hospital de segundo nivel que no da abasto, y el hospital de relato está del otro costado del peaje. Lo mismo pasa con el tribunal de cruz: tenemos que ir a San Cristóbal y enriquecer 400 pesos en peaje.

Los pasajes han subido, los servicios están colapsados, no hay una sola escuela nueva, y el conducto lleva cuatro abriles en construcción y aún no tenemos agua. Villa Altagracia suple el 35 % del agua que consume la hacienda, pero aquí no tenemos ni una migaja”, lamentó.

Finalmente, Read cuestionó la partida de respuestas por parte del senador del PRM y de la gobernadora provincial, y recordó que en Villa Altagracia hay 67 mil electores. “Con esta medida chocaron directamente con la clase media trabajadora del municipio”.

UNA SOLUCIÓN SENCILLA Y JUSTA “La única alternativa lucha es que se nos cobre 50 pesos de entrada y 50 de salida. Eso es lo único que pedimos. No queremos exenciones completas, pero sí un trato preciso. No podemos enriquecer el precio de morar cerca del peaje y ser pobres”, concluyó Ramón Read. La comunidad de Villa Altagracia calma ahora que el gobierno escuche su clamor ayer de que el conflicto escale a una tercera etapa.

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