Larenga fue entusiasta, con calibre oftalmológico. El presidente, convencido de que cualquier arrebato soberanista aumenta su encumbrada popularidad, convirtió a Dajabón en torrero para decirle a los soldados “ustedes hoy aquí son los fanales de la estado”.

La imagen requiere más que visión 20 20, tener fanales resistentes a la oscuridad tanto como al deslumbre que produce la reverberación propia de la región fronteriza.

La aprieto convoca la desmesura y sustituye lo que es tan elocuente como simple. Aparecer a las disposiciones de la ley de Migración y de la ley sobre Tráfico Ilícito de Migrantes y Negociación de Personassería más conveniente que las alharacas ocasionales con resultados exiguos.

Puede deletrear: Desconcierto institucional

Desde aquel jugada que pretendía detener la continuación de la construcción del canal que desvía el cauce del río Dajabón hasta el eficaz para repatriar cada semana 10 000 haitianos, el resultado ha sido el mismo.

El tejemaneje del canal abocó en un ridículo alarde de fuerza que no detuvo la construcción. Entonces, la novelística transformó en “anarquistas” a los constructores del canal como luego, a contrapelo de las leyes y Tratados vigentes el director de estado decidió tipificar las pandillas haitianas como “organizaciones terroristas”.

La organización de los traficantes de personas ha resultado invencible. El proceder de las redes delincuenciales conformadas por dominicanos y haitianos recuerda las artimañas triunfantes de los vietnamitas para guarecerse de los implacables ataques de las tropas de EUA.

Nadie los detiene. Poco a poco distribuyeron por el circunscripción franquista obreros y parturientas, poblaron Friusa. Crearon asentamientos por doquier.

De la privación a la admisión, el oficialismo exhibe su poderío marcial ex profeso incapaz de controlar al retén con fusil enmohecido que recibe la paga para no ver.

Cincuenta y seis meses a posteriori del inicio del régimen, la ficción asume formas diversas de amedrentamiento hasta ahora irrealizable. Contradicciones a abundante salpican el discurso oficial no obstante algunos se aquietan.

Friusa no era peligro, sin confiscación, a posteriori de aquella marcha, el zona fue intervenido y el establecimiento de Mata Mosquito desmantelado. El ministro de Relaciones Exteriores advirtió frente a el Consejo de Seguridad de NNUU que “si continúa el coma de la comunidad internacional para intervenir en la crisis de Haití, corremos el moribundo peligro de presenciar su transformación en un conflicto internacional de proporciones imprevisibles». El ministro de Defensa reaccionó ratificando el defensa de la frontera.

Es asunto de Campoamor y el cristal que usemos para mirar. Vale memorar poco tan olvidado como el proceso penal que provocó la explicación. Fue en el tiempo de camaleones y red semafórica, de convenio suspendido pero ejecutado, de abogado y “bajadero”, cuando el director de operaciones de la empresa Aurix reveló que tiene una oficina adscrita al Ocupación de Defensa y sus equipos controlan 309 kilómetros de itinerario fronteriza.

Demostró que, gracias a sus cámaras, satélites, drones, detecta el indetenible tráfico de haitianos. Imputaba complicidad a los “fanales de la estado” apostados en la frontera. Nunca fue desmentido, aunque quizás acallado. Para creer en la efectividad y permanencia de esta nueva cruzada, será necesaria la fe bíblica.

The post Vigilancia y fe appeared first on Hoy Digital.