
Los investigadores pueden tener incompatible una pistola para fumar para la investigación del cáncer humano y se remonta a casi 70 millones de abriles. La pistola de fumar en cuestión es en ingenuidad los restos fosilizados de un pequeño dinosaurio del tamaño de una vaquilla, que según los investigadores tenían un tumor pequeño. Ahora, han vinculado lo que parece tener sido los glóbulos rojos con el tumor, lo que demuestra que los dinosaurios asimismo pueden tener luchado con el cáncer hace millones de abriles.
Sin retención, este descubrimiento es más que una simple señal de que los dinosaurios obtuvieron cáncer. Incluso es una señal de que el tejido puede existir en otros fósiles, y que puede haberse preservado con más frecuencia de lo que creíamos anteriormente. Los métodos que hizo posible este descubrimiento Incluso están relativamente infrautilizados, informan los investigadores.
Sin retención, a partir de aquí, la preservación de estas muestras es importante, ya que comprender cómo los dinosaurios tratan con el cáncer podrían significar grandes saltos en torno a delante en nuestro propio investigador de cáncer humano. Teniendo en cuenta los avances que los investigadores han hecho en los nuevos tratamientos contra el cáncer a lo abundante de los abriles, poco así podría ser de gran ayuda para futuras investigaciones.

Por fortuna, las proteínas que se encuentran en el tejido calcificado como el hueso son mucho más estables que el ADN tradicional. Por otra parte, a medida que profundizamos en la genética de los dinosaurios conservados en estos fósiles, esperamos descubrir más sobre cómo el cáncer en los dinosaurios afectó a la población más sobresaliente. Sabemos que algunos animales no obtienen cáncer, como elefantes y ballenas.
El tumor que se encuentra en este dinosaurio en particular es un tipo que todavía se encuentra en los humanos hoy en día, lo que significa que este tipo de tumor ha afectado a los animales en nuestro planeta durante millones de abriles. Comprender cómo lo trataron, sin ningún tipo de medicina moderna, podría desbloquear algunas oportunidades adicionales para los investigadores.
Por supuesto, encontrar más tejido de dinosaurio para estudiar no será practicable. No hay forma de entender cuándo el tejido seguirá presente en un fósil. Pero la exploración continua podría dar punto a tejidos y ADN que los investigadores pueden usar en su objetivo para comprender no solo el pasado, sino en donde actualmente estamos en nuestra lucha contra enfermedades mortales como el cáncer.