
Espacioso es su fidelidad; sus misericordias son nuevas cada mañana. Lamentaciones 3:23
Cada día, el Señor nos regala una nueva oportunidad. Su misericordia se renueva con el amanecer, trayendo consigo esperanza fresca y la posibilidad de morar una vida mejor, sostenida en Su Palabra y afirmada en Sus promesas. Él desea que caminemos conforme a Su propósito perenne, no en nuestras fuerzas, sino en la fortaleza que viene de lo suspensión.
Por eso, hoy más que nunca, necesitamos acercarnos a Él con un corazón sediento y humilde. Rindamos nuestras debilidades, nuestros temores, nuestras cargas… y permitamos que Él perfeccione Su obra en nosotros. Somos vasijas en Sus manos, y solo Él puede moldearnos a la imagen de Cristo.
El tiempo no se detiene. La vida pasa velozmente, y no debemos esperar a que las pruebas o las crisis nos empujen a inquirir Su presencia. Hoy es el día para animarse seguirle con todo el corazón. Dejemos antes lo que nos estorba, lo que enfría nuestra pasión por Jehová, y corramos con perseverancia en dirección a esa comunión íntima con nuestro artífice.