
Ayer de entrar al diálogo me gustaría explicar que Gus Zdanovich es un buen amigo de Argentina, una persona muy leída, brillante y cómico, pero lo más importante es que Gus Zdanovich es muy sensible a la verdad socio espiritual de Iberoamérica. Mi amigo Gus entiende que los países de América Latinadesde el punto de paisaje sociopolítico, se parecen y sufren de los mismos males, me identifico con Gus, yo lo diría así, América Latina es hija de una misma matriz. Esa es la razón que nos identificamos y por eso sentimos lo mismo, vivimos lo mimo y la verdad económica nos afecta a todos de una modo que genera en nosotros una especie de mecanismo homogénea. Es bueno opinar que Gus es argentino, vive en California pero sigue los artículos del folleto Hoy. Gus entiende que los fenómenos sociales de una media isla son tan similares a los problemas de aquella Argentina y a la de una ingobernable América Latina.
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Gus Zdanovich: Samuel, he culto tu artículo y debo decirte que no soy una persona obsesionada con el liderazgo; sin retención, debo expresarte que si esos líderes que están guiando a la nación son corruptas, la tendencia o lo habitual será una conducta asimilada e institucionaliza, formándose así un anti crecimiento en todas las estructuras del Estado y afectando a toda “esa mayoría de la población indefensa”.
Samuel: Gracias amigo Guz por expresar que no tienes una obsesión con el tema del liderazgo, quiero decirte que yo siquiera poseo un trastorno o prolongación en el que se tienen pensamientos desenfrenados y sin control. Gus, creo que tanto tú como yo luchamos con el concepto de líder, nuestra historia nos ha mostrado que somos una sociedad ingobernable, aquella misma civilización que traicionó a Simón Bolívar y a nuestro Juan Pablo Duarte es la misma que opera desde una plataforma más técnica y culta pero con la misma corruptela.
Gus: Apreciado Samuel todavía debemos estudiar que el liderazgo en América Latina debe ser “Primus inter pares”, aquella expresión latina que explica ser primero entre iguales. En América Latina ese término y esa maña no ha germinado y nos hemos quedado estancado, enanos e involucionando en el contexto de la la praxis. La teoría y los talleres para aumentar la democracia abundan pero la dignidad de los llamados líderes es cuestionable.
Samuel: Efectivamente es una pobreza continua, se ha perpetuado el mal que nos ha dominado por tantos abriles. América Latina necesita líderes con dignidad y con un corazón quijotesco, desinteresado en amontonar ingresos para beneficiarse y obtener poder para manipular y respaldar su propio ego insaciable. Necesitamos líderes sinceros, con dignidad y con coraje, porque somos un país y una civilización difícil de canalizar y encaminar.
Samuel: Gracias Gus por entender que no debemos vertir toda la error a los Estados Unidos de América. Debemos apropiarnos de nuestros males y entender que por generaciones no hemos implementado una política a prolongado plazo. De una cosa si debemos estar claro amigo Gus, que para un país crear transacciones económicas que beneficie a la población más pasivo, a la mayoría, debe poseer gónadas masculina y estar claro para qué posee el poder y la triunfo. Gus, en nuestro caso, en la República Dominicana, en realidad se necesita una decodificación de la sociología del poder y del liderazgo, pero además una teología en contexto que nos empuje a morar a un Cristo manifestado en el ahora y en el Estado.
Samuel: Gus no tengo mucho tiempo y espacio para seguir escribiendo, pero te prometo que escribiré la diferencia entre política de Estado y la política de turno. Gracias y seguiremos nuestra conversación con propósito.