
Madrid.- Blanco, desfavorable o tonos pastel, el vestido lencero es la prenda más deseada de la temporada gracias a su potencial sexi y su versatilidad para resolver estilismos atemporales, elegantes y atractivos, sin tan pronto como esfuerzo, tanto para las mujeres más sofisticadas como para las menos.
La ropa blanca ya no tiene una función exclusivamente de interior; los diseñadores han experimentado con ella para renovar las tendencias de la primavera-verano 2025 y en esa hilera han convertido el vestido lencero en objeto de deseo arriesgando con encajes, estampados y colores.
El resultado: un comodín minimalista, afeminado y sensual como se ven en las colecciones de Nina Ricci, Gucci, Alberta Ferreti, Simone Rocha, Yolancris, Chloé o Dolce&Gabanna o en las pechas de firmas más económicas como Zara o Mango.
Conocido como ‘slip dress’, el vestido lencero aparece confeccionado en raso satinado con paños de encajes y transparencias, aunque incluso se ven versiones más íntimas y exhibicionista en Balenciaga.
Prueba de ello es el maniquí con el que sorprendió la actriz italo-estadounidense Julia Fox en la fiesta de Vanity Fair, un vestido totalmente transparente que dejaba su organismo a la audiencia y que sólo tapó las zona más íntima con su flequillo.

Artistas como Úrsula Corberó, Rosalía, Eva Longoria, Jennifer Lopez, Dakota Johnson o Elsa Pataky son solo algunas de las famosas que abrazan esta tendencia.
«El lencero es el vestido más sensual de todos, consigue un papel protagónico esta temporada por su versatilidad», explica a EFE la diseñadora Beatriz Claro, de la firma Claro Couture.
Aunque aparece en escaparates y redes sociales, esta prenda no es una novedad. Saltó a la calle en la período de los primaveras 90 del siglo pasado, cuando diseñadores como Calvin Klein (Nueva York, Estados Unidos, 1942), Helmut Lang (Viena, 1956) o Emperifollado Rodríguez (Newark, Nueva Suéter, Estados Unidos, 1961) recuperaron la silueta ‘slip’.
Diseñadores que se emplearon en lustrar todo tipo de adornos y poner el foco en sus líneas rectas y su simplicidad, así alumbraron vestidos minimalistas que marcaban la silueta femenina y permitía mostrar piel.
Un diseño que corrió como la pólvora y al que se sumaron modelos como Kate Moss, Naomi Campbel o Christy Turlington, así como cantantes como Madonna, Tina Turner o Courtney Love.
Incluso las actrices, entre ellas, Gwyneth Paltrow, Saraha Jessica Parker, Winona Ryder, Drew Barrymore o Jennifer Aniston, que hizo traje de esta moda en la serie de televisión ‘Friends’, donde lució modelos en distintos colores y largos.
No se puede musitar de esta tendencia sin mencionar el icónico vestido de novia que lució Carolyn Bessette en su boda con John Kennedy, un maniquí creado por Emperifollado Rodríguez que ha sido imitado por miles de novias.
Ni en la período de los noventa ni ahora el vestido lencero es novedad. Su origen se remonta a 1934, cuando la revista Vogue, tras el momento de las ‘flapper’ y el charlestón, proclamó la arribada de la silueta ‘slip’, estrecha y recta, una moda que rápidamente acogieron Ginger Rogers, Greta Garbo o Jean Harlow.
Sin secuestro, primaveras antaño Lanvin y Coco Chanel crearon diseños con la silueta del ‘slip dress’, pero fue Madeleine Vionnet quien consiguió un vestido lencero aplicando el corte al oblicuidad.
El vestido lencero ha dejado de pertenecer al universo de la oscuridad y se ha convertido en una prenda todo contorno que se adapta a las micción del día a día y para todo tipo de mujeres.
Esta temporada, esta silueta congenia muy acertadamente con cazadoras vaqueras, rebecas de punto o americanas y se desvincula de sandalias y tacones, para aliarse con deportivas ofreciendo una traducción más moderna y desenfadado.
Gigantes de moda pronta como Zara o Mango se han sumado a la tendencia del vestido lencero y proponen modelos de alma minimalista con una sutil sensualidad.