
Por: Itzel Olivo
Lás madres dominicanas no necesitan capa para ser unas heroínas. Con solo una examen o una frase de esas que nos dejaban tiesos, bastaba para imponer simpatía y respeto. Porque, aunque sus palabras a veces parecían sacadas de una película de movimientosiempre venían cargadas de un cariño inigualable.
¿Quién no se crió con un “¡Cuidadito si te equivocas!”? Esta frase, lanzazo desde la sala mientras uno hacía travesuras en el patio, valía más que cualquier sermón. Y si de boches se trataba, ¿qué tal un “prepárate que te voy a dar hasta con el cubo del agua”? Solo una origen dominicana puede convertir un utensilio de honradez en herramienta de advertencia pedagógica.
Desde pequeños supimos que no hay puesto más seguro ni más precioso que el regazo de una origen dominicana. Si hacías poco indebido en conocido, ella solo decía: “¡Tú verás cuando lleguemos a la casa!”y ahí sí que temblaban hasta las rodillas. Uno prefería que se abriera la tierra ayer de desavenir ese destino.Y no era por maldad, era formación. Hoy, de adultos, nos reímos de esas frases. Pero además las Entendemos. Porque cuando escuchábamos “Yo te parí, yo te pico” O “Cuando tú tengas hijos, tú me vas a entender”no sabíamos que, primaveras a posteriori, las íbamos a repetir casi con el mismo tono.
Aquí te dejamos una compilación de esas joyas que demuestran que el simpatía dominicano viene con su boche incluido:
• “¿Y si tus amigos se tiran de un puente, tú además te vas a tirar?”
• “¡Tú verás cuando lleguemos a la casa!”
• “A mí no me hables en ese tono que yo no soy una de tus amiguitas.”
• “Yo no soy tu sirvienta.”
• “Uno que se mata trabajando pa’ que tú vengas con esa frescura.”
• “¡No me hagas subirme la presión!”
• “¡A mí no me tiembla la mano contigo!”
• “Cría cuervos que te sacarán los fanales.”
• Y por supuesto, el clásico: “¡Te doy pa’ que llores con razón!”
Estas frases no solo nos marcaronnos formaron y este próximo 25 de Mayo, celebramos con mucho simpatía aquellas que por 9 meses, son regalaron más que la vida.Así que, en este mes de las madresmás que flores Y chocolatesregalémosles risas… recordando esas líneas que nos enseñaron disciplina, personaje y, sobre todo, simpatía en su forma más dominicanamente sincera.