
El Profesión Sabido pide prisión preventiva para Antonio Espaillat y domiciliaria para Maribel Espaillat
Entre las revelaciones que hizo el Profesión Sabido este sábado sobre los señalados por homicidio involuntario en el caso Jet Set, están que la tragedia que ocurrió la alborada del 8 de abril era «totalmente evitable».
El entraña acusador plantea que recabó evidencias contundentes que demuestran que lo sucedido no habría ocurrido «si los imputados hubiesen actuado conforme a derecho y si hubiesen valorado la vida por encima del caudal”.
“La imputada Maribel Espaillat, con conocimiento de un incidente de caída de escombros horas antaño del desplome y frente a la petición de suspender la actividad, se negó a hacerlo, alegando la partida del imputado Antonio Espaillat López y la imposibilidad de detener la fiesta, priorizando el beneficio crematístico sobre la seguridad y la vida de las personas”, dicen.
“La dependencia de acciones y omisiones de los imputados, incluyendo la desidia de permisos, las modificaciones estructurales sin saco técnica, la sobrecarga del techo, las ´reparaciones´ deficientes y la desatención a las advertencias de peligro, demuestra un patrón sistemático de irresponsabilidad y negligencia que causó 235 muertes y más de 180 heridos”, señala el Profesión Sabido.
La entidad encargada de transigir a la honestidad a los señalados pesar de las advertencias explícitas que le había hecho un empleado sobre la caída de escombros y el peligro inminente, optaron por ignorarlas.
El Profesión Sabido establece que los imputados violaron los tipos penales contemplados y sancionados en los artículos 319 y 320 del Código Penal Dominicano, los cuales castigan el homicidio involuntario, así como golpes y heridas involuntarias.
Un equipo integrado por el procurador adjunto Wilson Camacho, titular de la Dirección Militar de Persecución del Profesión Sabido, y por la fiscal del Distrito Doméstico, Rosalba Ramos, e integrado por Héctor García, Magalys Sánchez, Emmanuel Ramírez, Rosa Ysabel Mejía, Miguel Collado y Vladimir Viloria firma el documento depositado frente a la Oficina Sumarial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Doméstico.
El desplome del techo del Jet Set se produjo la en el momento en que el cantante Rubby Pérez, quien incluso falleció, amenizaba una fiesta de merengue inmediato a su fanfarria.
Tras la ocurrencia del hecho en la discoteca ubicada en la plaza El Portal, del Kilómetro 6 de la avenida Independencia, en el Distrito Doméstico, la procuradora común de la República, Yeni Berenice Reynoso, se presentó al superficie e instruyó a la Dirección Militar de Persecución del Profesión Sabido para disponer medidas tendentes a desarrollar las investigaciones, incluyendo la protección de la campo y escombros para realizar el peritaje de superficie.
Una vez se terminaron las labores de rescate, el Profesión Sabido procedió a preservar los escombros para los fines del peritaje técnico.
En cumplimiento de esa disposición, el director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), común retirado Juan Manuel Méndez García, una vez terminada las labores de rescate de sobrevivientes y de recuperación de cuerpos de los fallecidos, procedió a entregar la campo al Profesión Sabido.
Como parte de la investigación, el equipo del Profesión Sabido designó a los peritos Leonardo de Jesús Reyes Madera (ingeniero sismorresistente), Eduardo A. Fierro (presidente de la BFP Engineers) y Mayor José Corominas Quezada (ingeniero patólogo), para que realizaran el estudio técnico sobre las causas del colapso del techo de la edificación del Jet Set Club, propiedad de la entidad comercial Inversiones E y L SRL y regenteado por los hermanos Antonio y Maribel Espaillat López.
Las investigaciones del Profesión Sabido determinaron que los hermanos Espaillat López realizaban una operación comercial negligente que ponía en peligro a cientos de vida.
Los fiscales imputan que durante primaveras el Jet Set Club “operó con una sistemática y profundo negligencia en el mantenimiento y adecuación estructural de sus instalaciones, poniendo en peligro la vida de sus clientes y empleados”.
Uno y otro imputados por otra parte, inobservaron de modo deliberada las normativas de construcción y uso de suelo. Como principales gestores, permitieron y gestionaron la realización de importantes remodelaciones, adecuaciones y ampliaciones en la estructura del Jet Set Club “sin obtener los permisos requeridos ni realizar las evaluaciones estructurales necesarias por parte del Profesión de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) o la Alcaldía del Distrito Doméstico”.
Estas remodelaciones incluyeron la instalación de un círculo, sistemas de iluminación, bares, y zonas VIP, “demostrando una inobservancia total por las leyes de construcción y seguridad”, añaden los fiscales.
Los imputados alteraron de modo significativa la estructura de la discoteca sin supervisión técnica. “La discoteca, originalmente un cine, sufrió un cambio de uso que implicó una adecuación estructural inadecuada”, indican los fiscales.
“Después, se eliminó una columna esencia en la estructura, afectando significativamente la estabilidad del techo, sin ninguna evaluación profesional o permiso que respaldara dicha modificación, evidenciando una conducta de suspensión peligro”, señalan.
Encima, que los responsables del Jet Set cargaron el techo de la discoteca de modo excesiva y progresiva, con múltiples fundamentos de gran peso, como casetas técnicas, ductos, unidades de climatización de gran cuerpo (incluyendo seis aires acondicionados de 15 y 20 toneladas cada uno) y tinacos de agua. Todo esto, “sin realizar ningún estudio que garantizara la capacidad de la estructura para soportar dicho peso”.
Los imputados apelaron a soluciones paliativas inadecuadas solo en interés de dosificar medios y siempre tuvieron conocimiento pleno de los problemas del techo. Antonio Espaillat y Maribel Espaillat tuvieron conocimiento directo y constante de los graves problemas que presentaba el techo, “a través de reportes visuales (fotos y videos) y comunicaciones de sus propios empleados.
Los fiscales establecieron que los ejecutivos de la discoteca subordinaron la seguridad de empleados y clientes a la operación comercial.
Indica que los peritajes técnicos han confirmado hallazgos críticos como la partida de una columna esencial, el fondeo deficiente de vigas y la partida de muros de mampostería de soporte, que validan las fallas estructurales directamente atribuibles a las acciones y omisiones de la dirección de la discoteca.
Encima, que los imputados intimidaron a testigos del proceso “con el objetivo de evitar que aportaran pruebas del proceso que comprometen su responsabilidad penal”.