

Ferrocarril La Vega-San Francisco de Macorìs-Sánchez
A poco tiempo de iniciar su valioso servicio ferroviario que cubría la ruta La Vega, Salcedo, San Francisco de Macorís y Sánchez, se registra un trágico y lamentable incidente que arropó en la tristeza a una gran parte de la población cibaeña.

Se negociación del espantoso incidente en que el cuerpo de Ramón Pérezespinoso productor de tabaco y agradecido criador de vacada, oriundo de la comunidad de Porque, Santiago de los Caballerosresultó triturado por el poderoso y avasallante medio de transporte de cargas y movilidad de pasajeros en los alrededores de la etapa de Salcedo.
Familiares y allegados al apreciado productor agropecuario destacan, sin dejar de proyectar expresiones de tristeza, que todo ocurrió cuando galopando en la cercanía de la ruta del ferrocarril y de forma inesperada, la mula que utilizaba se espantó con el ruido estentóreo del imponente medio de transportación, cayendo en medio los rieles, lo que finalmente, con el paso inmediato de la tren, posibilitó la trituración del cuerpo del experimentado jinete.

Como vivencias que explican, en detalles, la razón de la tragedia, espeluznantes relatos verbales dan cuenta que Papá Moncomo cariñosamente era denominado el señor Péreztrotando en su atractiva y ágil semental hizo presencia en la antiguamente comunidad de Juana Núñez, en procura de acotar a su hijo Adolfo Pérez Pichardoquien desde hacía algunos días había desaparecido de su lar nativo.
Delante la inesperada y prolongada desaparición de Adolfo prevalecía la creencia de que había sido asesinado o secuestrado porque la última vez que se supo de su existencia, en el poblado de Porquenegoció unos andullos a crédito con su primo segundo Efraín Pérez Núñezexhibiendo una cantidad de capital considerable.
Asimismo, en la comunidad rural de La Torreubicada a corta distancia de la hoy Presa de Taverasárea donde se realizaban diversas negociaciones con tabaco y resesalgunos de sus moradores, entre ellos, Vaudilio Grullón Blanco, considerado como el auténtico creador del “Merengue Juangomero” y progenitor de un número de proles que superan el centenar, decía tener la corazonada de que el desaparecido Adolfo Pérez Pichardoinquieto bisoño de unos 23 primaveras de perduración, podría ser localizado por los alrededores de Salcedoen donde para entonces el negocio del tabaco y la hato era muy atractivo.
Guiado por esas conjeturas y apreciaciones, Don Ramon Pérez se dirigió de inmediato a Salcedorespondiendo a un bienquerencia paterno ilimitado, en donde desgraciadamente la asesinato trágica le jugó una mala abyección.
Para entonces transcurría la primera decenio del Siglo XX y como muestra de solidaridad normal, Ramón Pineda Pérez, Leopoldo Núñez Pérez y Juanico Núñez Pérezsobrinos del fallecido, tan pronto como se enteraron de lo ocurrido, viajaron al terruño salcedense, conexo a Rogelio Pérez Pichardoa apañarse el muerto del padre de este final.
El cuerpo destrozado de Don Ramon Pérez fue transportado en un “saco de jeniquén” a la comunidad de A excepción de, apareciendo en el pobladito, poco tiempo a posteriori, Adolfo Pérez Pichardoel hijo desaparecido, quien al enterarse de la trágica comunicación de la asesinato de su padre lucía envuelto de remordimientos.
A consecuencia de lo sucedido, hay que resaltar que Adolfo Pérez Pichardo cambió su nombre de pila por el de Juan Rodríguezingresando más tarde al Ejército Doméstico y luego a la Policía Domésticoen donde escaló al rango de Capitán.
En la decenio de los primaveras de 1970, Adolfo Pérez Pichardoen su condición de pensionado de las referidas instituciones, terminó suicidándose al lanzarse del utópico Puente Duarteen la haber dominicana, quizás saturado por la carga de pesares y el dolor que siempre tuvo que tolerar en su alma y corazón por la tragedia que malogró la existencia de su amoroso y ejemplarizante progenitor.
de am
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