
En 2024, casi 138 millones de niños y niñas en el mundo estaban sometidos al trabajo inmaduro, y unos 54 millones realizaban labores peligrosas que ponían en aventura su lozanía, seguridad y crecimiento, según las más recientes estimaciones de la Ordenamiento Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El mensaje, titulado “Trabajo inmaduro: estimaciones mundiales en 2024, tendencias y camino a seguir”, publicado en víspera del Día Mundial contra el Trabajo Inmaduro (12 de junio) y en el Día Internacional del Selección (11 de junio), pone de relieve una cruda existencia y es que, a pesar de los progresos alcanzados, millones de niños y niñas siguen sin poder desempeñar su derecho a la educación, al recreo y a disfrutar de su infancia.
mes de la crianza
A su vez, y por esta conmemoración, Unicef relanzó el Mes de la Crianza con el emblema “Criar a los Padres”, destacando el recreo como derecho y útil contra la violencia; al tiempo que advierte sobre los retos persistentes en protección inmaduro y erradicación del trabajo inmaduro.
Aunque desde 2020 se ha conseguido sacar a más de 20 millones de menores del trabajo inmaduro, el ritmo de avance sigue siendo insuficiente. La meta completo de erradicar esta experiencia antaño de 2025 está allí de cumplirse.
En citado mensaje, las agencias alertan sobre los millones de niños y niñas que aún no pueden desempeñar plenamente su derecho a la educación, al recreo y a una infancia protegida.
“Estos avances muestran que es posible estrechar el trabajo inmaduro cuando se invierte en protección social, empleo digno y educación gratuita y de calidad. Pero no podemos descabalgar la gendarme. Aún hay demasiados niños que trabajan en condiciones peligrosas y fuera de la escuela, en muchos casos como resultado de la pobreza y la desidia de oportunidades para sus familias”, subraya Anyoli Sanabria, representante adjunta de Unicef en el país.
República Dominicana: avances y desafíos
Los resultados de la investigación ENHOGAR-MICS 2019 muestran que el trabajo inmaduro en República Dominicana se redujo del 6.7 % en 2014 al 3.8 % en 2019. No obstante, persisten importantes desigualdades:
• Más niños (4.6%) que niñas (3.0 %) están involucrados.
• El rama de 5 a 11 abriles presenta la longevo incidencia (5.4%).
• Las zonas rurales presentan una longevo prevalencia (4.9%) frente a las urbanas (3.4%).
• El trabajo inmaduro afecta más al quintil más escueto (8.9%).
• Un preocupante 16.8% de los menores que trabajan no asisten a la escuela.
• El trabajo insalubre y peligroso es más frecuente en niños (8.4%), especialmente en áreas rurales.
Entre 2016 y 2022, se registraron 3,412 casos de niños, niñas y adolescentes en situación de calle o víctimas de las peores formas de trabajo inmaduro. El año más crítico fue 2019, con 1,685 casos. En 2021 y 2022 se evidenció una estabilización, aunque los retos persisten.
medidas
Con miras a acelerar el progreso, Unicef y la OIT reclaman a los gobiernos las siguientes medidas:
● Cambiar en medidas de protección social para los hogares vulnerables, como, por ejemplo, redes de seguridad social como las prestaciones universales por hijos e hijas a cargo, con el fin de que las familias no recurran al trabajo inmaduro.
● Vigorizar los sistemas de protección de la infancia para identificar, precaver y reponer a las deyección de los niños y niñas en situación de aventura, en particular aquellos y aquellas que están expuestos a las peores formas de trabajo inmaduro.
● Dedicar un ataque universal a una educación de calidad, especialmente en el medio rural y en zonas afectadas por crisis, para que todos los niños y niñas tengan la oportunidad de educarse.
● Certificar empleos decentes para la pubescencia y la población adulta, sin olvidar el derecho de las y los trabajadores a organizarse para defender sus intereses.
● Hacer cumplir las leyes y apremiar a las empresas a rendir cuentas para poner fin a la explotación y proteger a los niños y las niñas en todas las cadenas de suministro.
“Nuestro mensaje transmite esperanza y muestra que es posible avanzar. Los niños deben ir a la escuela, no trabajar; para ello, las familias necesitan apoyo y empleos dignos. Aun así, el camino con destino a la erradicación del trabajo inmaduro sigue siendo amplio”, afirmó el director caudillo de la OIT, Gilbert F. Houngbo.
Asimismo, Catherine Russell, como directora ejecutiva de Unicef en el ámbito completo, declaró: “El mundo ha conseguido avances significativos en la reducción del número de niños y niñas obligados a trabajar. Sin retención, todavía hay demasiados que trabajan en minas, en fábricas o en el campo y que, a menudo, realizan tareas peligrosas con el fin de sobrevivir”.
Derecho al recreo: esencia para criar sin violencia
En el entorno del Día Internacional del Selección (11 de junio), Unicef relanza el Mes de la Crianza bajo el emblema “Criar a los Padres”, con la consigna “Elige esparcirse – Todos los días”, promoviendo el recreo como un derecho fundamental y una útil para la crianza sin violencia.
Esta iniciativa se apoya en los hallazgos del más fresco Descomposición de la Situación de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes frente a las Violencias en República Dominicana (2024), que revela que 6 de cada 10 niños (63.5%) de entre 1 y 14 abriles han sido sometidos a métodos violentos de disciplina en sus hogares, como castigos físicos o humillaciones verbales. Este patrón es igualmente frecuente en zonas urbanas y rurales, sin diferencias por sexo.
Adicionalmente, el mensaje muestra un aumento del 50% en la tasa de maltrato físico reportado por el sistema de lozanía pública en menores de 10 abriles. En la franja de época de 5 a 9 abriles, los casos pasaron de 30 a 45 por cada 100,000 habitantes entre 2021 y 2022.
“No se manejo solo de corregir comportamientos infantiles, sino de metamorfosear el entorno emocional en el que los niños crecen. Cuidar sin violencia comienza por cuidar asimismo a quienes cuidan”, expresó Sanabria.
Nueva observación a la crianza
Unicef hace un llamado a romper los ciclos generacionales de violencia e impulsar modelos de crianza basados en el afecto, el recreo, la consejo respetuosa y la protección emocional.
“La crianza positiva no significa abandono de límites, sino presencia consciente de afecto, respeto y orientación. Cada principio y padre debe asimilar que puede educar sin miedo, sin gritos y sin golpes”, agregó Sanabria.
El recreo, más allá de su dimensión lúdica, es fundamental para el crecimiento físico, emocional, cognitivo y social de la inicio. Fomenta la empatía, la cooperación, la autorregulación emocional y la resolución pacífica de conflictos.
exhortación a los gobiernos
• Acercamiento universal a programas de crianza con enfoque lúdico y protector.
• Educación original inclusiva y de calidad basada en el recreo.
• Protección de espacios seguros frente a crisis climáticas, violencia y colonia.
• Promoción de metodologías activas y participativas en la enseñanza.
Uniendo voluntades
“Erradicar el trabajo inmaduro y construir entornos de crianza seguros y afectivos son metas alcanzables, pero requieren compromisos firmes, inversión sostenida y políticas públicas integrales”, puntualizó Sanabria.